Milton Iván Peralta/Notiecos/Zapotlán
“Se llamaba Soledad y estaba sola/ como un puerto maltratado por las olas,/
coleccionaba mariposas tristes (…)”, cantan Joaquín Sabina y Fito Páez; así debieron iniciar la velada musical-literaria del pasado sábado, en una lectura del taller literario de Ricardo Sigala, la cual estuvo acompañada de Corintia Winter, quien laceró algunos temas hindúes, pasando por un “homenaje” a los tenores y destiñendo la canción de “Cielo rojo”.
coleccionaba mariposas tristes (…)”, cantan Joaquín Sabina y Fito Páez; así debieron iniciar la velada musical-literaria del pasado sábado, en una lectura del taller literario de Ricardo Sigala, la cual estuvo acompañada de Corintia Winter, quien laceró algunos temas hindúes, pasando por un “homenaje” a los tenores y destiñendo la canción de “Cielo rojo”.
La lectura inició con siete personas al frente, mientras que de público apenas llegaban a los catorce; bueno, considerando que más tarde dos personas se retirarían. Higinio del Toro, coordinador del Comunca, le tocó dar la bienvenida a la lectura del taller de Sigala, comenzó diciendo que había sido un honor para él conocer a Ricardo y al taller, y felicitarlo por sus 16 años como maestro al frente de este grupo, ese grupo que crece y se hace más chico, que cambia y a veces es lo mismo; kafkiano.
Tomando la palabra Ricardo Sigala –el don Juan de las letras, dirán algunos- fue presentando a sus alumnos, esos que casa semana se presentan al taller con más lecturas, con creaciones y con premios. Uno a uno fueron pasando, Marcos Hiram Ruvalcaba, don Jesús Vázquez, Yolanda Chávez Arroyo ganadora del Tercer Concurso de Cuento La Jirafa, Salvador Manzano y Julio César Moreno; cada uno de ellos leyó su obra ante un escaso público –escasísimo. Solos. Abandonados. Arrinconados. Olvidados- presente en la VIII Feria Municipal del Libro y la Cultura de Zapotlán.
Al final Sigala leyó el manifiesto metastásico del grupo “Bajo el volcán”, pero leer ese manifiesto que lleva el mensaje de revolucionar la cultura motivarla e impulsarla fue como leerlo al viento. A la nada. Para ese entonces ni la media docena de público quedaba, nada más a lo lejos algunos niños se divertían y algunas parejas daban la vuelta. Fue una fiesta de las letras; más bien fue una fiesta íntima.
Al final Sigala leyó el manifiesto metastásico del grupo “Bajo el volcán”, pero leer ese manifiesto que lleva el mensaje de revolucionar la cultura motivarla e impulsarla fue como leerlo al viento. A la nada. Para ese entonces ni la media docena de público quedaba, nada más a lo lejos algunos niños se divertían y algunas parejas daban la vuelta. Fue una fiesta de las letras; más bien fue una fiesta íntima.
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