Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
Iniciamos un año nuevo, que empieza con muchas expectativas
para la mayoría de la gente. Desde finales del año pasado, ya pensábamos o
planeábamos lo que haríamos. En este devenir del tiempo como lo diría el
filósofo estagirita (Aristóteles), es el acto y la potencia lo que define las
categorías del ser y del hacer.
Así será el presente 2012 para la mayoría de los ciudadanos,
una mera potencia en muchas de sus proyecciones y, en la medida que estás se concreticen en
acciones a través de los días, las semanas y los meses se harán acto –categoría-, la realidad
concreta.
Para casi todos los mexicanos, el presente año, será uno
lleno de vicisitudes, acontecimientos importantes y trascendentes. Habrá
sucesos que marcarán en lo social –colectivo- pero también en las vidas
individuales, y qué finalmente serán tan importantes que sus consecuencias se
verán por varios años.
Así para este 2012, será año electoral para nuestro país,
habrá no sólo elecciones federales, sino también lo habrá para en las entidades,
y aquí en el estado de Jalisco las habrá para nuestro municipio. Es pues un año
relevante en el ámbito político y social.
También será muy importante este año para la iglesia
católica mexicana, para su jerarquía y para los laicos, pues el Papa Benedicto
XVI visitará nuestro país, visita pastoral que será la primera del actual sumo
pontífice de la iglesia católica.
Ya habíamos dicho que habrá elecciones, entonces, habrá en
el gobierno: nuevo presidente de la república, nuevo gobernador para nuestro
estado de Jalisco y nuevo presidente municipal en nuestro municipio de Zapotlán
el Grande.
En el ámbito colectivo internacional, como lo dijera el
propio padre del psicoanálisis, Segismundo Freud, -habrá “un patos”- que nos
habla de que se cumplirán las profecías mayas. Acontecimiento trascendental del
fin del quinto sol y el inicio de una nueva era para nuestro mundo, que
cambiará el devenir histórico de lo que actualmente somos y vivimos. La llegada
de una “nueva era” hacía lo espiritual. Con
todos estos acontecimientos, es pues un año lleno de sucesos, que para algunos
significarán éxitos importantes en sus vidas, para otros grises o trágicos. Un
año más que la vida nos da. Una año más que podremos moldear en la medida que
podamos o queramos para el bien y el servicio de los demás. Una año más que
podemos vivirlo a plenitud y con la conciencia de que lo que hagamos o dejemos
hacer quedará en las páginas, no sólo de nuestra vida, sino que será registrado
por aquellas que marcan la historia.
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