miércoles, 1 de febrero de 2012

De Zapotlán a la Feria o la idea de la síntesis de lo Europeo a lo americano

Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar



Una obra bibliográfica titulada Guillermo Jiménez: de Zapotlán a la feria, obra escrita por el recientemente desaparecido Roberto García Correa (1951-2011), independientemente de cualquier situación metodológica, narrativa o justificativa con relación a la obra de Guillermo Jiménez, tiene un valor por sí misma, porque es el primero libro publicado de un análisis de la principal obra literaria de Jiménez: que es su novela “Zapotlán”. Supimos por boca de García Correa, que ese trabajo es una de las tres partes que conforman una obra que escribió, sobre crítica y análisis de las obras de Juan Rulfo y Juan José Arreola.

La parte concerniente a Guillermo Jiménez, su autor (García Correa) se ha valido de la obra narrativa más importante y significativa del escritor de la obra de Constanza, para presentarnos sus tesis, teorías e hipótesis. El ha utilizado la herramienta del análisis literario de pequeños textos o fragmentos de la novela y los ha comentado dándoles sustento a sus afirmaciones. Ha utilizado lo que se ha dado en llamar para los estudiosos de las letras, el método de la socio-crítica: modelo metodológico que busca no aislar el texto sino que lo relaciona con las condiciones sociales, políticas, culturales e ideológicas de toda una determina comunidad (contexto) para de ahí sacar las conclusiones necesarias y el mensaje que el texto o los textos nos quieren dar.

De esa manera Roberto García, con toda su formación filosófica y la interpretación de textos de Jiménez, ha buscado entretejerlos para a través de ellos sacar el mensaje o la savia que ha querido dejarnos Guillermo Jiménez más allá de las cuestiones meramente estéticas de la creación literaria.
A través de las páginas desentraña ese mensaje que Jiménez nos da, esa confrontación de culturas que el propio Guillermo vivió y asumió como tal.
Roberto a través del texto nos da una amplia gama de las ideas que marcaron el discurso y la existencia de Guillermo Jiménez.

Dado que Guillermo como un conocedor y poseedor de la tradición humanística de las culturas occidentales griega y romana, pero en particular aquí en nuestra América, con la entraña del accidente del choque de culturas que vivimos todo mestizo. Nacerá una síntesis de ambas que será la cultura latinoamericana con toda una serie de problemáticas, que García Correa aquí enumera y que va  desgranando paso a paso.
Es importante resaltar algo que García Correa comenta que Guillermo Jiménez logró esa trascendencia en su vida y en su obra, en razón de que pudo en un principio romper y proyectarse a la modernidad al salirse de su ciudad natal (en ese tiempo todavía una población bucólica y tradicional de la provincia) para ir en pos de la urbe, del entorno moderno, tanto en la ciudad de México, como en los centros urbanos cúspides de la cultura como lo eran en ese entonces París y Madrid.
 
De cualquier manera y siendo ya poseedor de ese revestimiento cultural de lo tradicional y lo moderno, es cómo Jiménez trata de reflexionar y exorcizarse de todo el peso de traumas, problemas e inconstancias que poseemos como entes de ese mestizaje o como lo dijera José Vasconcelos de esa Raza cósmica.

Roberto García Correa, en todas estás páginas reveladoras y sintéticas nos da un panorama de nuestra identidad, pasando por ese tamiz de su observación las temáticas dadas por la prosa jimeniana del amor, de la mujer, de la evangelización, de la locura, de la fiesta de los indios y de toda una gama de sucesos plasmada en su obra literaria.
 
 

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