José de Jesús Juárez Martín
Las vacaciones son el tiempo esperado con ansiedad, cuando llegan quisiéramos que se realizaran todos nuestros sueños esperanzadores, que se acumularon durante largo tiempo. Los chicos desean en casa ver televisión sin límite, cuando están en la playa no importa que el sol dañe, que la ola peligrosa azote, la intensidad del disfrute de los elementos, nos pierden en el abuso que luego lamentamos. Indispensable que también el asueto, las vacaciones, el descanso deben programarse. Hablar de un campamento en la montaña, el bosque… de uno, tres días, una semana; el proyecto de fabuloso sube a maravilloso porque se imagina interminable, y ya tangible los cuidados van en proporción directa al tiempo y los requerimientos se multiplican.
Programar las indispensables actividades que sociabilicen, que dejen enseñanza, que incentiven la creatividad con respeto a la naturaleza; los descansos, los tiempos de sueño reparador de acuerdo al olvidado principio de 8 horas de sueño, 8 de descanso y 8 de actividades. Los alimentos, nutritivos, moderado en grasas, azúcares, harinas y pródigos en verduras y frutas. Las bebidas desde el agua, las endulzadas aguas frescas de frutas naturales y quizá alguna ocasión los refrescos; entre más naturales sean las bebidas, mejores para la salud.
Las noches imprecisas en el campo, siempre hay la necesidad que haya un resguardo seguro por si se presenta lluvia, frío intenso o cualquier eventualidad porque la intemperie con nadie tiene pacto de noches tibias, estrelladas, la seguridad a un ataque de maleantes o robo. Los arreboles de un atardecer sin lluvia gratifica el espíritu que se solaza en los rojos, solferinos que se prolongan cual caminos ascendiendo desde el astro rey que se oculta hacia, hacia el universo necesitado de descanso; si la noche es de luna nueva, creciente, las saltarinas estrellas son guiños de coquetería que poco captamos, si la noche es de plenilunio alrededor de una fogata, nuestras parcialidades de loco, poeta y músico-cantor en acertada composición nos permiten la expresión grupal de sentimientos, aptitudes, madurez del que sólo el grupo puede retroalimentar.
Desde hace años vivimos en la inseguridad pública, conocemos vecinos, parientes y hasta muchos de nuestros amigos o nosotros mismos hemos sido víctimas de esa forma de convivir, razones para extremar precauciones. No vayamos a tener la sorpresa de algo previsible y obvio. Vacacionar es vital, pero la prevención, la planeación y la organización conscientes son eslabones de la seguridad relativa. Porque algunas situaciones escapan los eslabones que había mencionado. Un accidente vial producido por un tercero, un fenómeno meteorológico, un cierre de carretera, una enfermedad, etc. ni en la casa hay plena seguridad.
Las visitas a zoológicos, museos y parques de diversión, nos hacen vibrar de diferentes formas a todos los que las realizamos. El cercano Zoológico de Guadalajara, es una sugerencia que pudiéramos presumir con hábitat natural a las especies que se exhiben, bien cuidados, seguros con su divertido ”trenecito de juguetería” que lleva por todo el parque y regresa a su estación para soltarnos como maratonistas en búsqueda de la conquista de medalla dorada.
Los grupos religiosos con sus “retiros espirituales” los vacacionistas, los campamentos, todos tienen riesgos; de ahí que la planificación sea de acuerdo a la cantidad de personas, lugares públicos o privados, edades de los participantes: Los múltiples cuidados deben ser exhaustivos y dentro de una logística experimentada para que al realizarse dejen la alegría de haberlo vivido, la experiencia de servicio, compañerismo, amistad y competencias que permitirán continuar con la formación permanente de niños adolescentes, jóvenes y la evolución de los adultos. Aunque queden agotados los organizadores, pero satisfechos como padres, educadores o profesionales de la recreación.
Si llegase a suceder en lo planeado, algo indeseado negativo; seamos responsables de la situación nueva, no finjamos, no callemos, no abandonemos nuestra responsabilidad por falta de valor cívico y dañemos por pretender ocultar lo sucedido. FELICES VACACIONES.
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