Bañarse bajo lagrimales una noche cualquiera

Cristina Arreola Márquez

Palizada

Nacimos de ti, incrédulos danzarines enarbolados
cediendo a la tempestad en la ventanilla del barco
el río abrió sus brazos, arropante, al canto de una

                                   /bienvenida sin retorno

Justo al cambio de dimensiones huyó la realidad
interna en mi ojo, reposaron la magia, el muelle, el tiempo

Llegaste tú, como fiel amante conocido en otras vidas,
antiguo comensal de mis besos, con sombrero de teja

                                   /y alma de fuego

-ladrón poeta-

Fundidos en aguas de un río quieto,
sol y luna –testigos imitantes-
consagraron su esencia en un primer y último beso
huéspedes eternos de la antigua Palizada.

Bañarse bajo lagrimales una noche cualquiera

Bañarse bajo lagrimales una noche cualquiera

huir, decir tal vez mañana, refugiarse en ella

Ni un solo atisbo de luz te conduce en esta habitación

no entiendo, me digo

El silencio todo responde

Se han llevado a la tumba el rito, la tradición, la propia tumba

abandonada me quedé, tirada en medio de un cuarto oscuro

exclamando que aún hay vida para venerarte

El silencio aún responde

De la tuya a la mía, las tierras son de otros colores

no hay un sol igual que el de Colima

en cada luna se descubren nuevas lunas

Y sin embargo, me compadezco

Cantos de madre

<<Sé que no entiendes lo que sucede, pequeño, eres tan sólo una bolita de miel aferrándose al vientre de su madre>> la dulce nana negra canta aprisionando el dolor entre sus manos.

No te veré partir, inmersa en un sueño inducido

<<Por ellos, los vivos>>

Contuve el llanto frente al primero y luego al segundo médico.

No te veré partir

<<A dormir, a dormir, a dormirse mi niño; a dormir con las flores del jardín>> entona desdichada, la amargura le ha invadido hasta el aliento, ya tan sólo susurra su canto desgarrador.

Prometí quererte, guardarte, protegerte toda mi vida

<<a donde mires, estaré>>

duerme, suelta tu cuerpo aferrado a mí, yo te recibiré entre mis brazos

<<duerme mi niño>>

vivirás en mí

<<vives en mí>>

Rosa, a dónde te has ido

-en tu pecho guarda siempre tu flor-

Rosa, no me abandones

-por siempre sobre ti-

Rosa mía, gota que resbala en mi cuello

Inagotable

<<¿a dónde te has ido?>>

-siempre-

siempre

<<siempre>>