martes, 9 de abril de 2013

El jardín de Tecalitlán un lugar con historia


J. Ángel Chávez Nájar
Cronista Municipal de Tecalitlán


El hermoso y  bien delineado jardín de Tecalitlán, es un lugar en donde frecuentemente acuden los habitantes de este lugar, así como las personas que visitan esta población.



El jardín está ubicado en el mismo corazón del pueblo; para los residentes de este lugar y para algunos visitantes, conserva recuerdos diferentes.

El jardín al paso de los años ha sido el sitio en donde la mayoría de los tecalitlenses han escogido como paraje de recreación, así también ha sido testigo fiel de formación de innumerables noviazgos que la mayoría concluyen en el matrimonio.

Hará unos 20 años atrás existían unos arbolitos que servían para ocultarse de los familiares sobre todo de las novias; se recuerda el famoso llamado “El limoncito del beso” que era el lugar donde regularmente las parejas se comprometían en matrimonio.

Y qué decir del “Pozo del amor” que se encuentra frente a la Parroquia, que fue rescatado hace unos diez años con motivo de la remodelación de dicho jardín.

Como se dijo anteriormente hace una década que el jardín fue remodelado y los bonitos portales restaurados; la remodelación de dicho jardín surgió como propuesta que el Señor Enrique Chávez Nájar, Presidente del Club Tecalitlán de hijos ausentes de Los Angeles, Calif., le hizo al entonces gobernador de nuestro Estado, Francisco Javier Ramírez Acuña, en su visita que hizo aquí a Tecalitlán el 21 de diciembre del 2002.

En una de las secciones del jardín se dedicó un espacio para colocar un asta para la bandera de 25 metros de altura.

Así mismo están colocados algunos monumentos dedicados a personajes nacionales y locales como a Don Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la patria; don Benito Juárez García, Benemérito de las Américas; don Silvestre Vargas Vázquez, quien fue director del mundialmente conocido “Mariachi Vargas”; y a don Gonzalo Salvador Ochoa de la Mora quien fue el impulsor incansable del progreso de Tecalitlán.

Finalmente les comento que en cada una de las esquinas de dicho jardín fueron puestas unas fuentes con la simbología de los instrumentos de los mariachis.

Con este concluyó una breve descripción del jardín de mi bonito Tecalitlán, lleno de recuerdos, sitio apreciado por los visitantes y querido por los tecalitlenses.

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