jueves, 15 de enero de 2015

Una mirada al panorama literario internacional de 2014

Ricardo Sigala


Cuáles son los nombres que más impacto tuvieron  en el mundo literario en el año que acaba de terminar. Cualquier criterio es cuestionable pero voy a recurrir a uno que resulta práctico y para muchos es por demás válido, pues se trata de los ganadores de los principales premios de literatura a nivel mundial, que querámoslo o no, hacen un papel crucial en el mercado y el consumo de libros.



            Comencemos por el nobel 2014, el francés Patrick Modian que ha dedicado casi toda su vida a escribir una serie de novelas en la que explora el origen, la identidad, la memoria, las injusticias y la barbarie de la guerra, como una especie de ajuste de cuentas con la Historia, casi siempre a partir de los meses de la ocupación alemana. La literatura de Patrick Modiano es poseedora de una poderosa identidad, sus características han dado lugar en lengua francesa al adjetivo modianesque. Destaca el hecho de que sus novelas son de muy poca extensión, oscilan entre las cien y las doscientas páginas. Esa breve extensión le basta para ejercer una literatura de una “elevada intensidad narrativa e intelectual”. Su tono ha sido definido como “la música Modiano”; una escritura particularmente literaria, evocadora y con frecuencia inquietante. Dueña de un “intimismo” que con sus “breves frases de diario personal le confieren al lector la categoría de confidente”. Muy recomendables son sus novelas Un pedigrí, Nora Bruden y En el café de la juventud perdida, entre otras.

            El premio Cervantes suele ser llamado el nobel de la lengua española. Este año, el jurado de este premio tomó una decisión que sorprendió a propios y extraños, pues nombró a Juan Goytisolo como ganador de esta edición, Goytisolo es uno de los grandes críticos y heterodoxos de la cultura española, pero además es uno de los escritores possedores de una inteligencia literaria que todo lector distruta y agradece. A lo largo de más de medio siglo de escritura ha transitado por la cultura hispana e islámica desde la Edad Media hasta nuestros días,  ha recorrido la aventura literaria del boom latinamericano y se ha apropiada de la cultura contempránea del norte de Africa, en donde reside desde hace más de dos décadas. Goytisolo cultiva la novela, el ensayo, el libro de viajes, las memorias, la crónica, el testimonio y la crítica, y se ha convertido en un escritor imprescindible en nuestra lengua. Destacan sus novelas Señas de identidad, Duelo en el paraíso, y los dos volúmenes de sus memorias Coto vedado  y En los reinos de taifa.

            El Premio Príncipe de Asturias de la Letras le fue otorgado al novelista irladés John Banville. Un autor que se caracteriza por su marcada imaginación y creatividad. De entrada hay que decir que Banville es en realidad tres escritores, uno el autor de las prestigiosas novelas El mar, Eclipse o Antigua luz; pero también es Benjamin Black creador de novelas policiacas afamado por sus títulos La rubia de los ojos negros o Venganza sólo por mencionar los más recientes. Además con el pseudónimo Black ha dado vida nuevamente a Philip Marlowe, el célebre detective creado por Raymond Chandler.

            El  jurado del premio enfatizó su "inteligente, honda y original creación novelesca, y a su otro yo, Benjamin Black, autor de turbadoras y críticas novelas policiacas". El acta del jurado concluye: "Cada creación suya atrae y deleita por la maestría en el desarrollo de la trama y en el dominio de los registros y matices expresivos, y por su reflexión sobre los secretos del corazón humano". Banville se impuso a otros fuertes candidatos, Ian McEwan, James Salter y Haruki Murakami.

            En 2014, el premio más influyente en las lenguas romances, el FIL de Literatura que entrega la Feria Internacional del Libro en Guadalajara,  se otorogó por primera vez a un escritor de lengua italiana. Y lo hizo de manera por demás acertada al nombrar Claudio Magris quien goza de un enorme reconocimiento en el mundo occidental. Es autor de más de una veintena de libros que se han traducido a más de veinte idiomas. El viaje  es una de sus pasiones literarias y las fornteras uno de sus principales de tamas de reflexión, su geografía predominate es el rico y complejo mundo de la Europa central. Además de su trayectoria literaria es un intelectual identificado con la mejor tradición humanista. Magris ha cultivado la novela, el ensayo, el libro de viajes, la crónica, la autobiografía, y además los ha mezclado para dar lugar a libros sumamente personales que se resisten a las clasificaciones convencionales. Son muy recomndables sus libros El Danubio, Microcosmos, El infinito viajar y El tallo entre las piedras.

            En cuanto a los mexicanos quiero destacar a Juan Pablo Villabolos cuya la versión inglesa de su novela Fiesta en la madriguera ha sido considerado entre los mejores libros del año en Australia y la versión británica de Si viviéramos en un lugar normal, ha sido nominada al  International IMPAC Dublin Literary Award de 2015. También importante destacar a la mexicana Guadalupe Nettel que en el año que termina ganó el prestigioso Premio de Novela Herralde otorgado por la editorial Anagrama de España  por su novela Después del invierno. Nettel si bien no llaga a los cuarenta años de edad, cuenta con una carrera plagada de reconocimientos tanto en nuestro país como en el extranjero, especialmente en Francia, en donde ella radica hace varios años. Se trata de una escritora dueña de una escritura profunda, humana e inteligente, sus textos breves resultan impactantes. Son muy recomendables sus volúmenes de cuento Pétalos y otras historia incómodas y El matrimonio de los peces rojos que el año anterior fue reconocido en el España.

            Este breve recorrido por los nombres a los optaron ciertas autoridades literarias en el mundo, nos sirve para hacer la recomendación y  recibir el 2015 con una buena lectura.


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