Milton Iván Peralta
Cuando el maestro Juárez me invitó a estar aquí esta
noche, y después de que leí, ahora como una estructura de libro y en unas pocas
sentadas y pensando en esta noche “Apuntes para la historia del Colegio
Cervantes”, es ahí que se me vino lo que evidentemente es una pregunta; pero
también la respuesta desmesurada, como todas las que el hombre le ha dado al
enigma. Porque desde un principio, quisimos adivinar la adivinanza total, en
vez de comprendernos uno a otro con recursos sencillos. Siendo claros y vámonos
desmenuzando poco a poco.
La primera pregunta que se me vino fue cuando un día,
hace poco más de un año, el maestro Juárez me llamó para proponerme publicar en
el Diario, semanalmente una cierta cantidad de artículos referentes a la
historia de este centro educativo. Sin pensarlo le dije que sí. Los acuerdos no
importan, e inmediatamente comenzaron a publicarse. Pero había una pregunta que
me saltaba y era muy sencilla: ¿por qué publicar la historia de un colegio? Es
más la cuestión iba mucho más atrás, ¿por qué escribir sobre ese tema en
particular? La respuesta se armó sola, y es que después de conocer por tantos
años al maestro Juárez fue que este rompecabezas comenzó armarse. El maestro
–como siempre le he dicho y lo considero porque cada charla me enseña algo
nuevo, y hoy mismo me ha dado una clase, sin que él y yo nos lo hayamos propuesto-
he visto, sentido y leído que es un
apasionado de la historia, de la lectura, de las largas charlas y el compartir
sus conocimientos ya sea frente a un grupo o con el compañero de al lado o con
el otro extremo del teléfono; es un apasionado de todo lo que hace, y es un
hombre de un corazón enorme, que lo pone junto a la razón por delante de todo
lo que hace. He aquí, en parte, unas respuestas del por qué escribir este
libro.
Al maestro Juárez le gusta preguntarse, ponerse dudas y
después irlas respondiendo, de la historia le gustan los datos, pero más la
anécdota, porque alguna vez me comentó que es la esencia de los personajes, es
la forma de crear rostros y no solo hechos históricos. Es de todo lo anterior y de otras cosas más
que dan motivo para escribir, según yo “Apuntes para la historia del Colegio
Cervantes”.
Otra pregunta se responde al saber que el maestro Juárez
ha pasado la mayor parte de su vida frente a un grupo, sembrando en cada alumno
la semilla del conocimiento, esa trayectoria de vida y trabajo lo llevó a
diferentes instituciones en Guadalajara y en Zapotlán, en este libro se habla
un poco sobre su vida en diferentes aulas, ya que el maestro fue director de
este Colegio Cervantes, y hay un apartado dedicado a él y su labor al frente de
este instituto educativo, además de algunas fotos.
Mi respuesta del por qué escribir “Apuntes para la
historia del Colegio Cervantes”, es sobre buena parte de esas pasiones que el
maestro tiene: la educación el amor por la historia y el compartir con lo otros
todo este conocimiento.
Ya centrados en el tema por el cual estamos aquí, diré
que este libro es un sinónimo de vida: “alegre
y entusiasta de los niños y jóvenes que han forjado su vida inicial en
las aulas”, es esta frase que me gustó para poder describir este libro, el cual
se encuentra en el prólogo de H. Antonio Franco Sandoval.
El Colegio
Cervantes y sus 50 años de vida, ha sido parte importante de la educación de
esta ciudad, la cual presume ser un polo educativo en la región, desde
preescolar hasta universidad. Algunas escuelas son históricas como la Chávez Madrueño o la Mercedes Madrigal,
algunas forjadas por grandes personalidades como Alfredo Velazco Cisneros que
encabezó un grupo para poder fundar la primera preparatoria por cooperación. Las
escuelas han sido un parte aguas en todo el mundo, la educación ha hecho crecer
nuestra región, aún muchos recuerdan el rompimiento social que tuvo la escuela
Normal cuando surgió en nuestra localidad, antes de ella la preparatoria y la
secundaria, sin olvidar al noble seminario, eternizado por Esteban Cibrián con su
historia de los 100 años y por Guillermo Jiménez, con su primer libro “Quién es
el autor de la Imitación de Cristo”, que cuenta sus anécdotas en el seminario.
Las instituciones educativas para nuestra ciudad han ido
de la mano con el progreso, pero lamentablemente a pesar de su importancia no
hay un texto que guarde esa historia, de realizar un repaso por sus directores
y maestros, sin olvidar el alumnado, que muchas veces es la parte complicada de
recabar, es ahí en ese espacio vacío donde entra “Apuntes para la historia del
Colegio Cervantes”, en el cual el maestro Juárez ante la duda de muchos y los
cuestionamientos de la poca importancia del tema, rompe el silencio y nos
regala la historia detrás de esos muros que atrapan entre si las risas y la
historia particular de cada persona relacionada con la institución, esas
cuestiones que se pierden, se olvidan y que un libro como este se encarga de
recopilar una historia muy general en detalles, que corrían el riesgo de
olvidarse. Aunque nosotros como integrantes de este antiguo y señorial Zapotlán
nos enorgullecemos de nuestro pasado, hay que destacar que es más lo que
ignoramos y nunca apoyamos a esos cronistas que intentan contar una historia
muy en particular, tal vez, pero que tiene eco en toda la sociedad.
Hay que agradecer al maestro José de Jesús Juárez Martín,
por contarnos la historia de un colegio, una historia que debería interesarnos
a todos no solamente a los que
estudiaron y trabajaron ahí, gracias maestro por desmenuzar una pequeña parte
de nosotros, porque de esas pequeñas e individuales historias es que se escribe
la enciclopedia que es Zapotlán.
*Texto leído en la presentación del libro, el martes 10
de febrero.
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