J.
Jesús Juárez Martín
El
mundo actual tan disímbolo, complejo, y a la vez simple, natural como es y
complejo e incomprensible en su función como hogar de la humanidad donde convivimos, luchamos por la sobre y
supervivencia. Extraordinariamente complejo por sus comunicaciones, tecnología,
globalizaciones, un mundo ebrio de soberbia, descuidado de los deberes
humanitarios ecológicos, más protagónico que servicial, más financiero
comercial que fraternal, más bélico que democrático… donde la publicidad nos
arrastra , no a lo más noble, sino a consumismo irracional y hedonismo como premisas
de la vida, dejamos de lado valores éticos, religiosos y morales. Se considera
que el goce y disfrute de la libertad, es para libertinajes que siempre
pagaremos porque la naturaleza siempre
obra, porque ella se ajusta a la ley física y natural. No se rige con
racionalidad, ni disfruta de la elección.
La
numerología me envuelve con sus datos que yo en ocasiones visualizo de sus
signos fríos, señales en el recorrido azaroso por la vida que recorremos. Cualquier edad que tengamos o nos encontremos tiene
estas motivaciones. Tal vez para madre y padre jóvenes, los seis años del hijo
o hija, porque es señal de una madurez en proceso y formación sociocultural
familiar. Para una niña significa mucho el 12 años porque en este año terminará
su primaria, el 15, por la asociación de su futuro aniversario, a los
adolescentes, el 18, es alucinante por llegar a la “mayoría de edad”, para una
familia la celebración de 25 años del matrimonio constituido, es una joya de
entendimiento social, y humano de dos voluntades firmes en su amor que supera con mucho los desencuentros, los
obstáculos de la vida, las insidias,
hasta las “buenas intenciones”, porque la familia es elemento esencial,
formadora de comunidades más respetables y de la patria. Célula de la sociedad.
Las comunidades religiosas cristianas vivimos recientemente “la cuaresma” que
se relaciona numéricamente con el 40…
así los números nos ayudan a dar orden a nuestra vida y a fijar
propósitos en el camino.
Permítanme resaltar como en el grado de
agresividad humana, está siempre con la mayoría de nosotros, en cierta ocasión
se convocó para rezar un rosario en octubre de 1991 a María por el “mes del
rosario”, estábamos a punto de terminarlo, cuando atravesó el patio una tuza,
roedor grande; tratamos de capturarla,
tal vez cazarla, huyó rápido al campo contiguo de futbol y tras de ella un
pequeño angustiado con su intención de protegerla. Un pequeño de tiernos años
nos dio la lección de cuidado porque al atrapársele la defendió con llantos, la
intrusa paso la noche en un tambo cubierto y a la siguiente mañana se le dio
libertad en el solar enorme de la manzana frente al Colegio, donde estuvieron
las instalaciones de la Cruz Roja, ahora está Plaza Zapotlán y en aquel
entonces simplemente era un baldío. Todavía no hablábamos con tanta insistencia
en las escuelas de la Ecología, pero la intuición de lo correcto e incorrecto
operaba en aquel niño.
Hay necesidad de educar a las nuevas
generaciones en el cuidado de la naturaleza, la fauna y la flora y a los
mayores mostrar las consecuencias ante los errores, parece a nadie le impresionan
y en ese afán hay infinidad de promociones para concientizar, pues bien, la Confederación de Colegios Particulares de
México, lanzó una convocatoria de expresión escrita en agosto pasado: “Cuidemos
la naturaleza” con el patrocinio de dos librerías a los alumnos de quinto,
sexto grado de primaria y los tres grados de secundaria, más de 200
trabajos participaron previa selección
de los mismos colegios y escuelas participantes.
Los
resultados recientemente se dieron a conocer y de la lista de ganadores hay
tres alumnos de Jalisco, Lourdes Goretti Ramos Galván de la escuela Juan
Villalpando y ganadora por tercera ocasión y dos alumnos del Colegio Pierre
Faure, con tercer lugar Antonio Pérez Guzmán de quinto grado y Vanessa
Montserrat Peralta Contreras, segundo lugar de 6º grado, de Ciudad Guzmán que
dieron la alegría a su Colegio, familias, y padres la satisfacción de ver algo
del esfuerzo por la educación de sus hijos.
Loable es el reconocimiento por los
esfuerzos, logros inobjetables, de la educación. En estas oportunidades de
expresión escrita se van sembrando el gusto por las letras y la mentalización
de: La recuperación de las zonas verdes. Cuidado de las especies en riesgo de extinción. Cuidado de la fauna y
flora. Importancia de las zonas protegidas y los parques nacionales.
Participaciones de acciones para el
cuidado del ambiente, por eso me permito felicitar a quienes se interesan por
cuidar la naturaleza, porque ella es nuestra anfitriona durante nuestra vida.
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