lunes, 13 de abril de 2015

Don Lázaro Pérez. Hijo Ilustre de Zapotlán el Grande


Jorge Mauricio Barajas Pérez


El Maestro José Pascual Lázaro Pérez Gutiérrez, tenía 84 años de edad al morir y había sido una luz de la ciencia durante el siglo 19 en Guadalajara, Capital del Estado de Jalisco. Don Victoriano Salado Álvarez, el Maestro del Periodismo escribió en  “El Domingo”, periódico local de Guadalajara, “acaba de bajar a la tumba después de una larga enfermedad, porque la muerte no pudo sino con gran dificultad apagar aquella inteligencia poderosa y privilegiada. Cincuenta años de magistrado de 47 a 99, habían hecho del Sr. Pérez no solo el decano de los profesores, sino también el prototipo de los sabios altruistas que, más que con sorprender los secretos de la naturaleza, goza con difundir sus conocimientos, con derramar la luz que en su cerebro ha encendido a fuerza de estudio, en las inteligencias jóvenes.”



            Nació el 16 de diciembre de 1816, en Zapotlán el Grande, el libro “El verdadero origen del Mariscal de Campo don José María González de Hermosillo y otros Hijos Ilustres de Zapotlán el Grande, Jalisco”, edición de autor, México D.F. 2008, pp.200-201, de Agraz, García de Alba Gabriel, nos dice que nació “en el Barrio indígena del Sacramento, hijo legítimo de Don José Anastasio y de María Josefa”. Sin embargo la fe de bautizo que se resguarda en el Sagrario de Zapotlán el Grande, dice que fue bautizado al día siguiente de su nacimiento, hijo de José Ignacio Pérez y María de Jesús Gutiérrez, españoles, abuelos maternos José Antonio Gutiérrez y Guadalupe Mariana Heredia, abuelos paternos José Antonio Pérez (difunto) y Rosalía Núñez. Este documento confirma el origen criollo de Don Lázaro Pérez y su nombre completo así como el de sus padres y abuelos. Lázaro Pérez dejó Zapotlán en busca de oportunidades de estudio en Guadalajara, curioso e inteligente en 1836 ingresó  en el Seminario Tridentino de San José,localizado en la esquina nororiente de las actuales calles de Liceo e Hidalgo, fundado el 9 de septiembre de 1699 por el decimoquinto obispo de Guadalajara Don Felipe Galindo Chávez y Pineda de la Orden de los Predicadores, cursó la cátedra de filosofía impartida por Don Andrés López Nava. Obtuvo el título de farmacéutico en la Universidad de Guadalajara el 3 de mayo de 1841. Al año siguiente contrae matrimonio con Doña Felipa de Jesús Arce en el Sagrario de Guadalajara, el contaba con 25 años, ella con 15.
          

Durante más de cuarenta años fue Maestro de Física, Química, Toxicología, Farmacia y Legislación  farmacéutica en diferentes establecimientos en la Ciudad de Guadalajara, Fue también Maestro en el Liceo de Varones, en el antiguo edificio del Seminario donde había sido alumno, impartió clases de Física y donó su sueldo para dotar al laboratorio del instrumental necesario. También incursionó en la astronomía y meteorología, en su casa de Santa Teresa número 47, acera norte a tan solo dos cuadras al poniente de la Catedral de Guadalajara,  montó en 1874, el primer observatorio habido en la ciudad,  donde realizó observaciones meteorológicas durante 12 años.
         
   En 1850 fue nombrado perito de la Comisión de Sanidad del Ayuntamiento de Guadalajara, en plena epidemia del “cólera morbus”, llamado el cólera chico,  que cobró la vida a cientos de tapatíos, En 1863 se le designó Alcalde Constitucional de Tercer Voto, un año apenas de que llegaran las tropas francesas a la ciudad. Fue dueño de una de las más famosas boticas de Guadalajara, la “Gran Droguería de Lázaro Pérez e hijo”, ubicada en los bajos de su casa en la antigua calle de Santa Teresa número 47, con dos  sucursales, una en  Santa Mónica número  4 y la otra en Santo Domingo, hoy Alcalde número 47,  siendo su asesor mercantil fue Don Teodoro Kunhardt Cónsul de Alemania en Guadalajara a donde llegó en 1852.
         


Fue socio de la Junta Auxiliar Jalisciense de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. El 10 de enero de 1866 ingresó a la Academia Nacional de Medicina. Entre 1879 y 1880 fue vocal de la Sociedad  “Las Clases Productoras”, una sociedad donde se dieron cabida lo mejor de las ciencias y las artes de Guadalajara. En 1880 se realizó la Segunda Exposición de la Sociedad “Las Clases Productoras” en el antiguo claustro del convento de monjas dominicas de Santa María de Gracia que en esa fecha era propiedad del señor Nicolás Banda. El gran geólogo, botánico, químico y que llegaría a ser Gobernador Interino del Estado de Jalisco tras el asesinato del Gral. Ramón Corona Madrigal, Don Mariano de la Bárcena y Ramos fue comisionado por el Secretario de Fomento del Gral. Porfirio Díaz, Don Vicente Rivapalacio para escribir un reporte de dicha exposición, el producto fue un libro llamado “Descripción de Guadalajara en 1880”. En este libro se hace una pormenorizada descripción de la capital del Estado, y Don Lázaro Pérez fue el encargo de dictaminar los elementos de que se componía el agua local  en su “Análisis del agua llamada del Colli, que alimenta la mayor parte de las fuentes públicas y particulares de la ciudad de Guadalajara”, así como de dictaminar la naturaleza del suelo realizando una perforación a 33 metros de profundidad para describir  cada uno de los componentes. En cuanto al clima, los datos que se publicaron en el libro “fueron suministrados por el inteligente profesor D. Lázaro Pérez”, a petición del propio Maestro De la Bárcena, dejando así en claro que para 1880 Don Lázaro Pérez era el decano de los científicos de la Ciudad de Guadalajara. Fue el único que suministró datos para esa publicación, además del propio Don Mariano de la Bárcena.

           
En su libro “Andanzas Médicas de Reyes Flores” del Dr. Raúl López Almaraz, en el capítulo 2, describe un caso médico legal, en el cual hubo un muerto de por medio, al proporcionársele una preparación farmacéutica en una botica por un aprendiz y no por el encargado del mostrador, que debería ser un boticario certificado, el caso fué llevado al orden judicial, y el Dr. Reyes Flores solicita el apoyo del Maestro Lázaro Pérez, el perito certificado y de mayor prestigio para levar a cabo el análisis químico de la sustancia causa de la muerte. El caso se resuelve y nos deja vislumbrar las peripecias que pasaban los médicos y boticarios ante los curanderos y charlatanes de la época.
          
  Finalmente el Maestro Lázaro Pérez dejó de existir el 1 de Abril de 1900, fue sepultado en el Panteón de Mezquitán, dejando tras de él, una huella imborrable en el quehacer científico del Estado de Jalisco.


BIBLIOGRAGÍA

1 Villaseñor y Villaseñor. Ramiro. Las calles históricas de Guadalajara. Tomo III. Pág. 104, 105. Edición Gobierno de Jalisco. 1988.

2. Lopez Almaraz. Raul. Andanzas medicas de Reyes Flores. Pag. 84. Edición Gobierno de Kalisco. 1988

3. Barcena. Mariano. Descripcion de Guadalajara en 1880. Biblioteca Jalisciense. Universidad de Guadalajara. 1954.


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