viernes, 13 de agosto de 2010

Una mujer de Ámbar

Lizeth Sevilla



Cuando María tortea la masa,
salen palomas de entre sus manos
que vuelan a posarse echaditas sobre el comal.
"De color del ámbar", Virginia Arreola

Me confieso que poco he leído del trabajo de la escritora zapotlence Virginia Arreola, no tengo los argumentos para hablar de su trabajo poético porque he coincidido con él en muy pocas ocasiones –asunto que tendré que solucionar- sin embargo, me he metido hasta la cocina, con María la que tortea, en el momento justo en que dan las campanadas de catedral y salen volando encrespadas las palomas.

He escuchado sobre los sonetos, las imágenes y la limpieza que ofrecen… pero De color del Ámbar, el nuevo libro de la señora Virginia Arreola, ofrece imágenes de un pasado en el que se vivía conforme a la palabra. Mujeres que en plena hora de la noche ponían el nixtamal en la lumbre y esperaban a que reventara el maíz para al día siguiente molerlo y tener las tortillas redonditas listas para ofrecerlas en la mesa. Uno se encuentra con las cartas de antaño, cuando la tecnología no había agobiado a la mayoría y es probable que se escuchara el sonido clásico del cartero a la puerta.


Virginia Arreola.
El nixtenco, el nixtamal, los tenejales, el nejayote con el que algunas madres peinaban a sus hijas para evitar los cabellos rebeldes, el bastimento de los señores… son algunas de las palabras que la escritora retomó al momento de contar sus andanzas por un Zapotlán de nostalgias, lo cual supone para el lector una aventura en la cual poner la capacidad de asombro es requisito necesario para viajar a través de las páginas de este libro.


Infaliblemente uno encuentra poesía entre los renglones que surcan las 123 páginas, alegorías que hace la escritora al tiempo, a los cambios en la estructura de la ciudad y uno se pone a pensar en la importancia de la palabra en nuestros tiempos, si uno vive a partir del significado que tienen las cosas, de cómo las nombramos y de cómo han cambiado porque el contexto lo requirió, surge la incógnita del ahora, en el que jóvenes y demás entes de la sociedad, ahorran palabras en la forma de comunicarse…


El libro está compuesto por 23 relatos de la vida misma de aquellos ayeres… y un apartado en el que las cartas son el tema principal…con un prólogo del escritor Juan Manuel Preciado, Virginia Arreola le deja a sus lectores un retrato insigne de aquélla realidad…

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