Beatriz A. Puga
Ya no es ni realista, ni prudente, ni ingenuo el tratar de esconder la situación que se vive en el Estado. Ya es ignorante el hecho de que la gente se crea las cifras que nos dictaminan las supuestas encuestas y cae en lo absurdo el que nos quieran vender la idea de que Colima sigue siendo uno de los pocos estados en los que aún no se siente como tal la ola de violencia que se vive en el país. No es impensable de acuerdo al pasado que rodea a las autoridades colimenses, pero si es penoso que hasta que sucede algo con una figura pública y cercana amistosamente a la punta de la pirámide social en Colima los crímenes dejen de ser “impunes” y que se aplique toda la fuerza del Estado en la resolución justa del caso.
Hasta ahorita los caídos por la violencia se han convertido en cifras sumando hasta 97 según reportes periodísticos tan sólo en Colima. Lo sucedido el domingo pasado no se convertirá en una “cifra más”, unos cuantos se encargarán de al menos guardarlo en la historia del Estado y se levantarán homenajes y se tratará de hacer justicia con toda la eficiencia posible. Quiero insistir en que los caídos eran personas, no cifras. Quiero insistir en que la sociedad colimense debe de despertar ya, si no lo hizo cuando leía los cálculos periodísticos o gubernamentales de las pérdidas humanas que van al menos en el Estado, que lo hagan ahora que sucede algo que logra captar la atención de quienes pueden tener cierto control, que lo hagan ahora que la gente empieza a darse cuenta de las verdaderos logros de la guerra en la que nos encontramos. Propongamos, por no decir “exijamos” justicia para el casi centenar de caídos, todos tenían un pasado, una familia, todos eran una persona.
Mucho de lo que sucede en Colima se sabe, la cuestión está en que la gente no se quiere dar cuenta y mucho menos quiere empezar a actuar. Antes nos quejábamos de la poca atención que gozábamos por parte de los medios periodísticos del país y recuerdo que si por algo salía Colima en los noticieros era por la cuestión del volcán, algo totalmente ajeno a nosotros. Ahora Colima aparece en los registros, en las noticias y hasta en la prensa internacional como en BBC Mundo. Necesitamos pues informarnos, saber lo que pasa y darnos cuenta de lo mucho que podemos hacer, no creo que sea un pensamiento ingenuo pues de alguna u otra forma se puede contribuir a sacar al estado, a México adelante. Resulta urgente el despertar de la sociedad civil y de los medios y del gobierno y de todos. No es necesario que caigan más para aprender, si no te bastó con los pasados que te baste con el reciente caso y aprendamos a exigir limpieza y justicia en los casos criminales, en los retenes instalados (que llegan a ser anticonstitucionales pero ya adaptándose a su existencia) y en los procesos burocráticos. Invito así a la sociedad colimense a tomar acción, y como mucho de anuncia por ahí con algunos grupos de ONG´s “Festeja porque Tú puedes hacer la diferencia”.
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