martes, 16 de noviembre de 2010

Juan José Arreola, en el Tec de Zapotlán

José Luis Vivar

"Arreola a través del tiempo".
(Foto: Milton Iván Peralta)
Las palabras tienen un efecto particular en la dimensión del tiempo. Pongamos por ejemplo una conversación que alguien sostiene con una persona muy especial una noche cálida. El resultado será una sensación agradable que permanecerá en la mente para toda la vida. Sin embargo, con el paso de los años es muy difícil que se recuerde con exactitud lo que se dijeron. Los mecanismos de la mente humana convierten esa conversación en lo que la persona quiere recordar. Aunque hay brillantes excepciones, como puede ser una frase que define aquella inolvidable charla nocturna.

            Pero qué diferente es cuando esas palabras quedan registradas en una cinta magnetofónica, o en hojas de papel a través de apuntes de taquigrafía. Es entonces cuando el nítido sonido, los silencios y las genuflexiones de quien habló hace diez, veinte o más años, regresan para conmovernos, para hacernos sentir a esa persona que se ha marchado de nuestras vidas, o de este planeta azul.

            Discurso a los Graduados del Tecnológico es una pequeña plaqueta que el autor guzmanense Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar rescata a través del túnel del tiempo para beneplácito de todos los lectores que admiran la obra del genial Juan José Arreola.

"La flor creativa".
(Foto: Milton Iván Peralta)
            El género de la oratoria es uno de los más difíciles, pero en manos del genial autor de "La Feria", el asunto se torno fácil porque sabe decir lo que debe decirse en el momento justo. En esta ocasión, el pequeño volumen muestra un discurso que el genial maestro dictó a un grupo de egresados del Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán. La forma en que se dirige a ellos, reflexionando en torno a la época que les toca vivir –finales de la década de los setenta del siglo pasado-, el análisis crítico que hace sobre la educación y la cultura, dejan ante todo una experiencia. Una experiencia de buen lenguaje que se extiende de página en página, y el anhelo de que les vaya bien en la vida a esos muchachos que dejaban atrás las aulas para integrarse al mundo laboral.

            Se agradece a Héctor Alfonso que comparta con los lectores un Arreola espontáneo, fresco y sobre todo lleno de sabiduría de vida como él solía ser. La esperanza de un futuro tranquilo y mejor para todos es una de las consignas en este breve pero emotivo discurso. La cuestión ética de los nuevos profesionistas la encadena al aspecto moral de cada uno de ellos, haciéndoles ver lo importante que es empeñarse en iniciar un nuevo sendero, en vez de pensar en el final, solo por haber terminado sus estudios. La invitación a realizar con una carrera de hombre y una carrera de mujer pone de manifiesto la confianza que siempre manifestó en los jóvenes.

            Cierra con la humildad que lo caracterizó, y atención, es uno de los trabajos discursivos –ignoro si existen más-, en los cuales se refiere a su amado terruño con el nombre que orgullosamente ostenta: Ciudad Guzmán.


            Discurso a los Graduados del Tecnológico será presentado en unas cuantas semanas, para que pueda ser adquirido.

            De viva voz Juan José Arreola de nueva cuenta se hace presente.

Título del libro:
Juan José Arreola, discurso a los graduados del Tecnológico Editorial Sotavento Ltd
Colección: La autopista del Sur
p.p. 16

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