Con la colocación de una ofrenda floral en el columnario de personajes ilustres de Zapotlán, del jardín principal de Ciudad Guzmán, recuerdan en el 104 aniversario del nacimiento del científico zapotlense Edmundo Taboada Ramírez, quien es considerado uno de los pioneros de la investigación agrícola en México.
Fue hijo de Adalberto Taboada y Elba Ramírez. En su tierra natal recibió su formación básica, en 1922 ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura de México para formarse como ingeniero agrónomo con la especialidad en irrigación. Trabajó en la Comisión Nacional de Irrigación, primero como topógrafo y luego en la planeación, proyecto y cálculo del riego de Mezquital en Tula, Hidalgo.
Ingresó al departamento de Química y Suelos de la Secretaría de Agricultura, en donde realizó estudios agrológicos del Valle de México, del Estado de Morelos y la Comarca Lagunera. En 1931 se convirtió en el director del laboratorio central del departamento de Química y Suelos.
Posteriormente fue comisionado para realizar estudios sobre los métodos empleados para el análisis de suelos para el departamento de Agricultura de Estados Unidos en Washington.
De 1932 a 1933 estudió en la Universidad de Cornell en Nueva York y luego se trasladó al Centro Experimental Parm en Ottawa, Canadá para estudiar los métodos de molienda y planificación sobre el mejoramiento de las variedades del trigo. También examinó el Sistema de Organización y Ejecución de Programas de Investigación Agrícola en Canadá.
En 1934 fue nombrado jefe de la Estación Agrícola Experimental de Yaqui, en Sonora. En el Banco Nacional de Crédito Agrícola fue director de Campos Experimentales Agrícolas. Como directivo de la Escuela Nacional de Agricultura reestructuró los programas educativos y fue profesor en las cátedras de genética general, genética vegetal y experimentación e investigación agrícola.
Su paso por la Secretaría de Agricultura forjó el nacimiento del Instituto de Investigaciones Agrícolas, que trazaron las líneas de los primeros programas de investigación en la materia a nivel nacional, centrando sus esfuerzos en el mejoramiento genético del maíz y del trigo.
Fue vocal del Instituto de Investigación Científica en la Ciudad de México; secretario del Consejo Nacional de la Investigación y Enseñanza Agrícola Superior, asesor de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, publicó diversas investigaciones agrícolas. En 1971 el grupo José Clemente Orozco lo reconoció con una presea por su labor científica en beneficio de la humanidad. Murió el 7 de diciembre de 1983.
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