viernes, 25 de marzo de 2011

Cuando mi compadre compró su motocicleta, engordo su burro

Salvador Manzano


Cuando mi compadre compró su motocicleta, le aconsejaron usar protección, y bien rapidito, fue a la farmacia y compró preservativos— ¡Ay compadre! ¿luego, de cuál planeta vienes?—en principio esta bien; pero le fallaste en el recurso, no sea tarugo compadre.

Te contaré compa, debemos saber que por ahí en un recovequito del reglamento de Tránsito, se exige el uso de protección para ciclistas y motociclistas, desafortunadamente se ignora, pero el uso de casco, guantes y lentes es requisito de seguridad indispensable, para el ciclista y en el caso del motociclista agregaremos además botas; pero en mis queridos pueblos del Sur de Jalisco y Colima, difícilmente conocemos el reglamento de Tránsito, menos sabremos qué dice. No crees que sería beneficioso realizar lecturas públicas de estos textos al menos una vez al año, como si fueran lecturas de cuentos, en la plaza pública, obligatoriamente, con créditos, sobre todo a los jóvenes, porque yo creo que de cada 100 jóvenes al menos 5, habrán visto alguna vez en su vida el reglamento de Tránsito. Maestros de secundaria, denles de tarea a sus alumnos un resumen del reglamento, otro de la Constitución Política, ándenle no sean malos, ahí tienen a mi compadre, nomás con sus tarugadas por no haber ido a la escuela, una tras de otra.

Mire usted, una educación vial no está para menos, le contaré… hace muchos años de vacaciones en Mexicali B.C., caminaba por la ciudad ¿y qué cree? Al llegar a una esquina, se pararon todos los autos a esperar hacia donde iba yo a cruzar, ¡órale! yo ni quería cruzar; pero me dio vergüenza, y crucé de un lado pa’ otro para complacerlos a todos y así todos felices, ¿no?

Como no todo fue felicidad aquí en Mexicali, en otra ocasión crucé la calle en diagonal y !agárrate compadre! me detuvo un agente de Tránsito, me llamó la atención bien gacho con la amenaza de infraccionarme, si señor -¿andabas a pata compadrito?— a pie compadre, a pie—!ay güey! perdón compa a pie .

Otra cosa, en mi pueblo me muero de coraje porque los jóvenes andan en sus motos sin casco, sin guantes, eso sí, lentes sí usan pero no crean que para tal propósito, los lentes que usan son puro “bluf”, hasta peligrosos son porque ni ven bien; pero eso sí, como artistas de cine si.
—Y tú compadre en burro con tus lentes que parece que se los robaste al capitán escarlata, !que payasote! También renegando de lo mismo, las lindas jovencitas motociclistas andan en su tri o cuatrimoto paseando como reinecitas de carnaval, modelando sus atrevimientos y con menos protección, bien lindas pero exponiéndose a echar a perder su belleza, las piernas expuestas, hasta de chanclitas de mete dedo, cuando se exigen botas, ¡Dios mío! no crean que las desprecio, en verdad se ven hermosas; pero aprecio más su vida, un jardín sin flores, no es jardín. ¡Chicas! Créanme que se ven bien guapas con su casco, lentes, guantes… de pantalón, si quieren ajustado pero con pantalón y botas, ¡súper divas!; pero apaga tu celular mientras manejas. Mira mi compadre si puede hablar por celular porque el burro manda, digo el burro guía, ya sabe a donde lleva a mi compadre, así que el otro hasta dormido puede ir; pero la moto es otra cosa, ¿sale?
No hablemos del o la motociclista con celular, eso es hablar de la muerte, omito ese tema, es terriblemente cruel. Mire compadre, el otro día iba por la calle y pasó una cuatrimoto a todo lo que daba, ¡mi sobrina! sin protección, enseñando pierna y ¿que crees? con una cervesota en la mano y trae acompañante atrás, ¡no! esta salió más atrevida que yo. Y para el colmo, esto es cotidianeidad desde el viernes en la tarde, sábado y domingo todo el día, tomar bebidas alcohólicas en vehículos de motor, ¡pésimo! Y nadie les dice nada, ni las autoridades, ni los padres, ni tú…yo sí, ahorita mismo me arranco tras esa descarada, pa’ darle una regañada, más vale que una descalabrada.

Otro derrame de colmo, en el desfile, ¡ah el desfile patrio! del 20 de noviembre, algunas escuelas con chicos haciendo pirámides, ¡sobre motocicletas! Sin protección, lindos se veían, toda la gente aplaudiendo, ¡oh maravilla! mientras yo, me deshacía arrojando espuma por la boca. ¿Luego la escuela, que no enseña nada de seguridad personal? no sé. Ya vi que no sé.

Mejor ejemplo y digno de aplaudir, el famoso ESCUADRON MOTORIZADO DE LA ESCUELA DE TRÁNSITO DEL ESTADO, que encabezó el desfile de comparsas del carnaval de Sayula Jalisco 2011 ¡ese sí, ese si se lució! con acrobacias increíbles, hermosas y que pudimos disfrutar en especial porque respetan el uso de la seguridad que se exige al usar un vehículo motorizado de esas características.
Otro caso que hay que mencionar la necesidad de  que sea reglamentada la velocidad de la moto, ¿han visto esas motos repartidoras de pizzas, de pollo, de tortas?...!yo nó!, pasan tan rápido que no las veo, solo me llega el olor a pizza calientita, el smog y el estruendo del motor. Recuerdo que la única vez que vi una moto repartidora de pizza, fue en un triste cuadro de la vida real, tirada en la calle destrozada por un camión.

Cuídense por favor, ¡Ámonos compadre!

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