martes, 31 de enero de 2012

La rentabilidad de la educación

Edgar Benet
 Durante algunas de mis investigaciones de la carrera me encontré con un artículo muy interesante sobre la educación que cumplía con mis gustos por temas con bases concretas y cifras representativas. Me llamó la atención pues se trató de un análisis sobre la educación, un tema más que gastado por uso, pero atajado desde un perspectiva distinta. Seguro todos hemos escuchado hablar ya sean a políticos, maestros o hasta nuestros padres sobre como la inversión en la educación nos ayudará en nuestro futuro. Los políticos lo dicen refiriéndose a un factor que contribuya al desarrollo social y la economía. Los maestros porque es su línea de negocios, o los padres preocupados por las posibilidades de empleo de sus hijos.


Pero hablando en términos prácticos, la educación es una inversión. De esfuerzo, de tiempo y por supuesto que de dinero. Pero, ¿qué tan provechoso es realmente esta actividad como inversión? Si se tuviera la elección entre invertir todo este dinero en una inversión en otro lado, o invertirlo en nuestra educación, ¿cuál sería la elección más adecuada que nos proveyera del mejor beneficio?
Para resumirlo todo, invertir en tu educación resulta muy atractivo y rentable. Hablando en términos concretos, hay un autor Eduardo Morales-Ramos que le otorga un rendimiento entre 8.2% y 8.4% por año estudiado. Aunque hay otros autores algo más positivos que incluso le dan valores de 15%. Si lo ponemos en contraste, la educación es una inversión de lo más atractiva. Considerando que el cete, la inversión más segura en México, da actualmente rendimientos del 4.24%. Y el IPC en el mercado de capitales incluso tuvo una pérdida del -2.16.

Bueno, creo que esto es algo que nuestros padres estarán muy felices de escuchar. Después de todo, son quienes de pequeños se encargan de que vayamos a la escuela y recibamos educación. Pero ha de llegar un momento conforme crecemos, en que la acción de ir a clases debe convertirse en una acción automotivada. Esta es la verdadera expresión del aprendizaje. Y es que aunque la educación es obligatoria en México, aún un chico obligado a presentarse a clases muy probablemente no aprenderá si falta de la motivación adecuada. Por lo que si bien se puede considerar obligatoria la educación, el aprendizaje no lo es.

Pero creo que si existe una conciencia sobre los beneficios de la educación en México. En ocasiones que he tenido que realizar trabajos de indagación y me he visto en la necesidad de realizar entrevistas, el trato y respuesta que recibo a las peticiones de entrevista cambia completamente cuando se menciona que se trata de una tarea para la escuela. Lo que me da gusto, pues aun cuando la educación profesional sea una oportunidad de pocos, me hace pensar que esta situación no es por falta de valoración. Con este argumento, creo que podemos decir que el primer paso hacia una comunidad más educada se ha tomado. Quedará ahora pendiente eliminar barreras para que al final el que quiera, pueda.



FUENTES:
Morales-Ramos, Eduardo (2011). Los Rendimientos de la Educación en México. Documentos de Investigación del Banco de México. Publicado en julio del 2011.

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