Lizeth Sevilla
(…)
No me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
No me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
Oliverio Girondo
Para él que en la lejanía sigue mis pasos
De tu cuerpo a mi cuerpo
una paráfrasis.
El desnudo lenguaje de la noche
los dos hambrientos
bajo las sábanas
desmenuzándonos
traduciendo tú esta piel
de trayectos y ficciones
humedeciéndote yo con esta lengua
enseñándote el dialecto de la isla que soy
del viento que soy
del fuego que soy.
.
De tu cuerpo a mi cuerpo
una sinfonía de gemidos.
Esas manos tuyas
descubriéndolo todo
perdiéndose paulatinamente
en los recovecos de la memoria
descifrando códigos
trazando rutas
a ese océano mío
en el que navegas
con el canto de las sirenas
seduciéndote
para que naufragues
una y otra vez.
De tu cuerpo a mi cuerpo
la danza
El movimiento imperecedero
que nos lleva a reinventarnos
a descubrirnos ebrios y desnudos
en el vaivén de la locura
con tus piernas borrando los surcos
de las sábanas
con tus uñas
reclamando la tierra fértil
con tus dientes arrancando
el moho del tiempo sobre mis hombros.
De tu cuerpo a mi cuerpo
una muerte
El oleaje agresivo de mis mares
el grito ahogado de las sirenas
el desbordamiento de mis cerros
el deslave absurdo de mis volcanes
tu cuerpo sembrado en mis escombros
ya sin tiempo
ya sin memoria
De tu cuerpo a mi cuerpo
un amanecer
Ya no de islas
ya no de océanos
La ciudad se instaura sobre nuestros ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario