Juan José Ríos Ríos/Notiecos/Zapotlán
El muralista guzmanense José Clemente Orozco, si bien nunca tuvo un muro para pintar, como lo pidió en su tiempo, sí tendrá un lugar que recuerde su memoria. A iniciativa del ayuntamiento de Zapotlán el Grande, será colocada una placa de mármol con su nombre, en la sala José Clemente Orozco del palacio municipal de Ciudad Guzmán.
Orozco Flores, nació en esta ciudad un 23 de noviembre de 1883, y con motivo de su deceso, el 7 de septiembre de 1948, se produjeron una serie de homenajes, tanto a nivel nacional, estatal como municipal, para preponderar su figura gigantesca en el ámbito de la creación mural, y dejar un testimonio de éste.
“Que ironía, un año antes le negamos que pintara aquí, en su pueblo natal, por las ideas conservadoras que siempre han prevalecido en un pueblo por demás recalcitrante de las ideologías de aspecto más liberal, fue lo que le pasó a nuestro ilustre coterráneo”, informó al respecto el cronista de Zapotlán el Grande, José Fernando González Castolo.
Explicó que el gobierno del estado en ese entonces, organizó fastuosos eventos en homenaje post morten, incluyendo al gobierno municipal de el entonces municipio de Ciudad Guzmán, que lo más que pudo hacer, por la premura del asunto y por la escases económica que siempre ha prevalecido, “fue honrar con la calle, de la que todo mundo sabíamos, que estábamos seguros había nacido, la antigua Riva Palacio que hoy lleva el nombre de José Clemente Orozco, a partir de 1949”.
Ante la noticia de la venida a esta ciudad de la viuda de Clemente Orozco, con motivo de la inauguración del museo de las Culturas de Occidente, fundado por Esteban Cibrián en 1956, se le invitó a hacer un donativo de la obra de su extinto esposo, donando unos bosquejos de su esposo, aprovechándose la ocasión para colocar una placa de mármol, que originalmente se colocó en la casa de don Carlos Villanueva, ante la imposibilidad de que quedara empotrada en donde se argumentaba había nacido el pintor, cuyos dueños se opusieron ante el temor de expropiación al considerarse como patrimonio de la nación.
“Don Carlos, siendo munícipe, acepto que de manera momentánea se colocara en su casa, para que fuera inaugurada con la venida de la viuda, una placa de mármol de aproximadamente 1. 5 metros de largo por uno de ancho. Don Carlos sabía que esto no era verdad, pero su fue muy complacida la viuda, quien posteriormente envió un escrito en donde los hermanos del pintor daban fe que Clemente Orozco nació en la esquina que hacen las calles Federico del Toro y la calle que lleva su nombre”.
Eso ocurrió por los años 70´s, pero no se quitó por falta de permiso, era ya un referente, porque el edificio donde naciera ya no existía y el actual, por el tipo de construcción que tiene, no posibilitaba el cambio. “Hay otras cartas que remite el hijo de Clemente Orozco, de manera muy enérgica, insistiendo que la placa se retirara, porque tenía la mala idea de que la placa se estaba explotando, que a lo mejor eso producía ingresos, eso nunca fue cierto, don Carlos fue un hombre honorable, como lo sigue siendo su hija”.
El cronista dijo que aprovechándose lo ocurrido por el temblor del 19 de septiembre de 1985, fue posible retirar, de manera discrecional, dicha placa. A partir de esa fecha la placa pasó a ser parte del patrimonio del archivo histórico municipal, donde se conserva. Por ello, por el peso que representa todo el acervo aquí conservado, se hizo la propuesta para que la placa sea colocada en la sala de usos múltiples del palacio municipal, denominada José Clemente Orozco, donde finalmente quedará para la posteridad, como patrimonio artístico patrimonial, que tiene que estar a la vista de todos, abundó el cronista.
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