martes, 26 de marzo de 2013

Tradiciones y costumbres de mi pueblo


J. Ángel Chávez Nájar



TRADICIONES QUE SE PIERDEN, En esta ocasión comentare algunas de mis experiencias vividas en mi adolescencia y que al igual que las personas de más de cincuenta años de edad recordaran. En el tiempo de cuaresma (festividad variable) dentro de esos días de recogimiento espiritual se enmarca el miércoles de ceniza, viernes de dolores, jueves, viernes  santo y sábado de gloria y el domingo de resurrección por decirlo de una manera generalizada.



MIÉRCOLES DE CENIZA: con esta celebración se inicia la cuaresma, tengo entendido que el acto de la imposición de ceniza no es un sacramento sino un acto transmitido de una generación a otra para recordar precisamente el inicio de la cuaresma. Recuerdo que durante este periodo eran cubiertos los santos en todos los templos con telas moradas, se supone que en señal de duelo actualmente solo una parte de las imágenes son ligeramente cubiertas.

SEMANA SANTA: a mediados del siglo pasado, durante estos días, nuestro padres no nos dejaban jugar ni hacer alguna manifestación de gusto, no se podía cantar, mucho menos tocar música quienes tenían aparato de radio que por cierto eran pocos, los mantenían apagados hasta que se habría la gloria. A partir del jueves santo hasta el sábado de gloria, el sonido de las campanas eran substituidas por las matracas que eran colocadas en las partes altas de los templos, en el interior de la parroquia por el lado derecho se exponía la imagen de Jesucristo en una caja de cristal.

VIERNES DE DOLORES: es una tradición mexicana celebrar el viernes de dolores con los llamados “incendios”, se nombran así debido a la gran cantidad de velas que se utilizaban en los altares donde se venera la virgen de los dolores.

Aquí en Tecalitlán en algunos barrios o colonias realizaban incendios-altares, los adornaban con papel de china picado de diversos colores, sobre el altar se colocaba el agua fresca que según el decir de quienes ponían “los incendios” este elemento significaba las lágrimas derramadas por la virgen María.

SÁBADO DE GLORIA: regularmente la gloria se abría después de la misa de las ocho de la mañana, se oía un gran repique de campanas señalando con esto el fin de la cuaresma, la tradición o costumbre era que al momento de abrirse la gloria, el papa o la mama daban de “fajazos” a los entonces niños pretextando que como en esos días de recogimiento no podían pegarles a sus hijos con esta acción se saldaban los pendientes.

También ese día se llevaba a efecto la tradicional quema de “los judas”, antes de este acto, se leía el “testamento” de algunos personajes de los cuales se hacia mofa obviamente ciudadanos de esta población. Esta tradición como se señalaron han desaparecido por razones que se ignoran.

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