lunes, 23 de diciembre de 2013

La semilla de Taboada

Milton Iván Peralta



Explicar la vida de Edmundo Taboada es ingresar a un espacio fecundo, polémico y de una gran riqueza. Egresado de la carrera de Irrigación en la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) en 1928, fue el primer técnico mexicano en agronomía que tuvo la oportunidad de hacer estudios de postgrado durante 1932 y 1933, en Cornell, NY, EUA, donde aprendió el fitomejoramiento mediante la experimentación agrícola y la genética. En la de Minessota estudios con el Dr. E. Stackman en parasitología vegetal, específicamente en el chahuixtle del trigo. Fue uno de los primeros catedráticos, de genética vegetal y aplicada en la Escuela Nacional de Agricultura, fue profesor de las materias de Introducción a la Genética, Genética y Experimentación Agrícola durante cerca de un decenio, fue el primer autor en publicar un libro de genética de América latina, llamado “Apuntes de Genética”, al mismo tiempo Horowitz hacía algo similar en Argentina.





Los primeros programas de investigación genética se iniciaron durante el sexenio

de Lázaro Cárdenas (1934-1940) bajo la dirección del Ingeniero Agrónomo Edmundo

Taboada.



Trabajó en los Campos de Experimentación Agrícola, donde impulsó la formación de los ingenieros y técnicos, y orientó a la homogenización de los experimentos en las diferentes regiones, a fin de que se pudieran comprobar resultados y procedimientos. Hacia 1940 se había establecido un amplio programa de mejoramiento y experimentación. En ese decenio arribó a México una delegación de EUA, preocupada por los desplomes productivos y la presencia de plagas y enfermedades en la llamada franja cerealera de ese país, en especial con el maíz.



La genética vegetal en México se desarrolló así, principalmente, bajo dos vertientes: la que proviene de Edmundo Taboada y la introducida por la Fundación Rockefeller. Ambas perspectivas difirieron bastante con respecto al estrato social del campesinado hacia el cual estaban dirigidas sus investigaciones, y de ahí que se enfocaran a resolver problemas distintos.



 Los convenios entre gobiernos y con la participación de la Fundación Rockefeller lograron que se estableciera en 1943 la Oficina de Estudios Especiales (OEE). En 1947 la OCAE se transformó en el Instituto de Investigaciones Agrícolas (IIA), con Edmundo Taboada como Director hasta el año  de 1960. Durante ese período se realizaron una gran cantidad de programas de investigación en muy diversos cultivos; en realidad hubo una continuidad de los programas iniciados por la Oficina de Campos Experimentales y los del IIA ya que tenían básicamente el mismo cuerpo técnico, el cual se incrementó sustancialmente con el tiempo así como el número de campos experimentales, desarrollándose una amplia competencia entre las dos instancias, con dos orientaciones productivas que se expresaban en la orientación de mercado contra la producción campesina, el cultivo en tierras de riego contra los trabajos en las zonas de temporal, el uso de las semillas híbridas contra el manejo de los sintéticos. Taboada fue centro de esta polémica. Involucrado en la llamada corriente nacionalista de la agronomía, había formado desde los campos agrícolas y desde la ENA a decenas de técnicos con esta orientación, mismos que se enfrentaban a sus colegas inspirados y formados en las orientaciones de la OEE.


La primera tendencia, la agrarista, es la que conduce al Instituto de Investigaciones

Agrícolas y su figura principal es Edmundo Taboada Ramírez.



Los posgraduados formados por la OEE coparon los puestos directivos y Taboada fue retirado de los cargos de decisión al respecto. Mantuvo una presencia fuerte en el gremio y en el medio agrícola. La crisis agrícola y de la agronomía, las respuestas estudiantiles y campesinas pronto cundieron en el país y llenaron los espacios, reclamando una política nacional agrarista, comprometida con la soberanía y la autosuficiencia alimentaria. En esa pelea continuamos. Gracias a nuestro homenajeado, México se puso a la par de la investigación genética con Europa y Estados Unidos, y que decir que aún en nuestros días se sigue hablando y basando investigaciones en el trabajo de nuestro coterráneo. Taboada sembró su semilla en todos nosotros. 

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