martes, 7 de enero de 2014

Rulfo, referente obligado de la literatura universal: Sigala

Juan Rulfo, cuyo nombre de pila es Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, cumplió este martes 27 años de su fallecimiento, sin embargo permanece como un referente obligado de la literatura universal y es uno de los pilares de las letras mexicanas del siglo XX, señaló en entrevista el escritor Ricardo Sigala.
Sus dos obras “El llano en llamas” de 1953 y la novela “Pedro Páramo” de 1955 son un referente de la literatura mundial, inclusive –puntualizó- el académico del Centro Universitario del Sur, Jorge Luis Borges lo consideró entre sus escritores favoritos al lado de los también mexicanos Juan José Arreola y Alfonso Reyes. El diario El País, en su suplemento literario Babelia llegó a la conclusión que Pedro Páramo era la obra escrita en español más importante del siglo XX.



“La obra de Rulfo, traducida a infinidad de idiomas, ha sido bien aceptada por la crítica, los escritores de las generaciones más recientes se reconocen como herederos de sus enseñanzas, de su estética, de su forma de hacer literatura. Rulfo es probable que a nivel internacional sea el escritor más asociado con la literatura mexicana.”

Su aspiración fue de gran literatura, comenta Sigala Gómez, pues incorporó a la conciencia y la estética nacional, al igual que su coterráneo Arreola la creatividad narrativa que posteriormente forjó el Boom Latinoamericano, con el que Rulfo se catapultó al escenario mundial.

“Rulfo va a representar lo que se asoció con el nacionalismo mexicano, los temas de la tierra, la identidad, los atavismos, los arraigos que tienen que ver con el individuo, con la forma más inmediata de la existencia: la violencia, el sexo, el amor, la muerte, la relación de padres e hijos y que va a dar la pauta para que mucha literatura mexicana siga por ese camino. Arreola y la literatura lúdica, imaginativa, incluso fantástica, y la literatura mexicana no se caracterizaba precisamente por ese juego, ese humor que emana Arreola”.

En el contexto nacional del siglo XX, Jalisco aportó los grandes nombres de la literatura, que contribuyeron con esa carta de ciudadanía universal de las letras mexicanas con Agustín Yáñez, Mariano Azuela, Juan Rulfo y Juan José Arreola; y los críticos José Luis Martínez, Antonio Alatorre y el mismo Hugo Gutiérrez Vega, todos del interior del estado, “el surtidor de talentos a la metrópoli siempre fueron las antes llamadas provincias, las regiones, los municipios e inclusive sigue pasando a nivel nacional”, expuso Ricardo Sigala.

“Hoy en día en Jalisco hay muchos movimientos literarios, especialmente en Guadalajara. Sigue habiendo migración pero cada vez más las ciudades medias tienen sus propias estrategias, por ejemplo Ciudad Guzmán tiene un concurso nacional de cuento y otros de carácter local, en los altos hay una bienal de literatura porque históricamente hay una presencia y herencia muy fuerte”.

De acuerdo con el autor de “Periplos”, a Rulfo hay que acercarse con la lectura de “El llano el llamas” y una vez que se entre a “Pedro Páramo” hay que “dejarse guiar por el libro… si lo leemos de manera racional no nos va a funcionar porque es una lógica un tanto onírica, fantástica; el mundo de los vivos y de los muertos está conviviendo sin establecer una frontera clara”.

“Fue un candidato eterno al Nobel, el argumento era que tenía muy poca obra, a pesar de que es el premio más famoso es el más injusto por naturaleza porque los grandes genios del siglo XX como Kafka, Pessoa, Joyce, Proust, Borges, Rulfo, Nabokov nunca lo ganaron y hoy se reconocen como autores superiores a otros que en su momento les ganaron el Nobel; sí fue un candidato, para muchos lo merecía pero la historia de la literatura le ha dado su lugar”, concluyó.

Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917, además de escritor fue guionista cinematográfico y fotógrafo. Su lugar de nacimiento es polémico, ya que tres localidades del sur de Jalisco se atribuyen su origen: Sayula, San Gabriel y Apulco, municipio de Tuxcacuesco. En 1957 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por “Pedro Páramo”; en 1970 el Premio Nacional de Literatura y en 1983 el Premio Príncipe de Asturias. Falleció el 7 de enero de 1986 en el Distrito Federal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario