miércoles, 26 de febrero de 2014

El pueblo tiene la televisión que se merece

Víctor Hugo Prado

Si el pueblo tiene el gobierno que se merece, entonces, ¿también tiene la televisión  que se merece? No hablaré de algunos canales que tienen  altos estándares de calidad en programación, tanto informativa, como en reportaje y opinión. Hoy hablaré de la televisión, de la que sin decir su nombre en horario estelar construye estrellas, promueve en un momento cantantes, en otro bailarines y ahora clavadistas, donde algunos entre comillas famosos,  hacen gala de sus habilidades circenses para tirarse al agua. Para ello las glorias nacionales de los clavados, donde México ha sido y es bueno,  son los managers,  y dónde otros de los buenos son los jueces. Ellos se encargan de evaluar la ejecución, la dificultad de ésta y sobre todo la valentía.




Olvida este medio la dificultad y la valentía que experimentan todos los días millones de mexicanos para sacar la papa para comer. Torear los coches para limpiar el parabrisas y que se los permitan es un verdadero acto de valentía, para ello hay que perder la vergüenza, ser osado y defender el territorio. Olvidan la valentía y la dificultad que día a día viven los  obreros, jornaleros, trabajadores, amas de casa, algunos para llegar al trabajo, otros o para estirar el gasto y rinda para pagar todas las rentas en este país de rentas.

Dificultad y valentía la de los michoacanos de tierra caliente que se han incorporado como  miembros de los  autodefensas, que agarraron las armas para defender la integridad de su familia y sus bienes. Estos son los valientes sin cámaras ni luces, sin aplausos ni cobertura nacional.

Dificultad y valentía debieron vivir los que apresaron al Chapo, los que se la juegan en tierra en el día a día contra las bandas que asolan a muchas regiones del país con el secuestro, la extorsión, el robo y el envenenamiento mediante drogas cada vez más alteradas, más dañinas, más mortíferas. En síntesis hay de dificultades a dificultades y hay de valentía a valentías. Juzgue si es así.

La televisión comercial, navega entre telenovelas, futbol, programas de entretenimiento donde salen muchos para dar tan poquito, entre la exaltación y filtro de la noticia, atendiendo asuntos colaterales, como dónde dormía el Chapo, cuál era la cochera de su casa, entre otras trivialidades,  cuando el asunto central es su captura y punto. No por nada un personaje de la política afirmó que la detención de Chapo es una la cortina de humo frente a los temas de las leyes secundarias de las reformas, yo creo que toda su programación es una cortina de humo frente a la realidad.

Este fin de semana, un evento de familia me llevó a Mérida, Yucatán. Me encontré con una ciudad bella, pujante, limpia, con inversión y empleo. Por cierto es considerada como la ciudad más segura del país. Nunca he escuchado en la televisión que se haga alarde de ello. Nunca he escuchado decir que desde este año tienen en operación una obra monumental de la cultura: el Museo Maya. Un recinto cultural que nos permite entender el presente y el pasado de nuestros pueblos. Pues claro que no van a decir nada, eso no da dinero, no vende. Les interesa la teleaudiencia, el rating, la venta publicitaria y el consumo. Por ello, frente a la telebasura el remedio está en apagar la tele y abrir un libro.


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