“Lejos de enaltecer a la figura de la mujer, o asumir una
postura feminista, pienso que el rol de género es un hecho que aún en pleno
siglo XXI, todavía influye en la vida de las personas”, con esta frase dio
inicio la ponencia “Entre balas y enaguas. La mujer jalisciense en la
revolución mexicana impartida por Adriana Mendoza, en Casa de Cultura de Ciudad
Guzmán.
Adriana
Mendoza fue la segunda charla en la Semana de la revolución mexicana, realizada
por el Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande, a través de la dirección de
Cultura.
De
la primera mujer que habló fue de Guadalupe Urzúa Flores, quien nació el 12 de
Diciembre de 1912, en Jocotepec, Jalisco. “La belleza caracterizó a Guadalupe y
la emplea como herramienta para atraer, posteriormente manipular, elementos que
formaron parte en las estrategias para moverse al interior de la esfera
política; aunque por otro lado, se consideraron pertinentes para su vida
privada. Sentía una incesante necesidad para cambiar la vida política de su
momento, así como también la reforma agraria y un mecanismo para abrirse paso al
poder”. . En 1938, ocupó el cargo de la secretaría de la Academia Femenil del
Comité Campesino de Jalisco del PRM y
fue miembro fundadora de la CNC. Además de ser regidora en Tamazula de
Gordiano.
La
segunda mujer de la que se platicó fue Atala Apodaca Ayala, quien es originaria
de en Tapalpa el 9 de Abril de 1884. Cabe destacar que esta ilustre mujer vivió
durante dos años en Ciudad Guzmán. “Cuando tenía entre 16 y 19 años, cursó la
Normal y lo realizó con beca del gobierno de Jalisco. Ahí aprendió y reafirmó
los valores como la ciudadanía, la fraternidad, la libertad, la igualdad y los
valores liberales. Atala fue una mujer
emancipada en su época, influida y poseedora de ideas trasnacionales,
anticlericales, libre pensamiento y la masonería”.
“Experimentó
las largas luchas entre liberales y conservadores (1857-1861). Laura su
hermana, también fue activista política, dio un discurso en el Teatro
Degollado, en Julio de 1914. En este citó a Víctor Hugo para invitar a los ciudadanos honrados
al trabajo y la reconstrucción del país bajo el abrigo del proyecto
constitucionalista”, dijo Adriana Mendoza.
“Ella
vive en carne viva las malas condiciones laborales de los maestros, quienes
reciben malos salarios. Sus valores coincidían con el movimiento antireleccionista
de Madero”. También incidió en el Club Femenil Antireleccionista Leona Vicario.
Dicho organismo aportó dinero y colaboró haciendo colectas o donativos para el
levantamientos maderista de Jalisco.
Adriana
Mendoza describió a Atala Apodaca como: “sumamente modesta y humilde en su
indiana faz, en donde se centellaban unos ojos de mexicana pura, se revelaba
toda la grandeza de su alma y bondad y estoicidad de su corazón; su palabra era
fácil, galana, elocuente y convincente; su voz es poderoso timbre, su ademán
tienen la autoridad, nerviosidad y gracia de la sangre azteca; y su ideal su
ambición, su aspiración suprema, sus sueños de oro”.
Al
finalizar la charla, Adriana Mendoza fue felicitada por el público que llenó la
sala de “Hijos Ilustres” y recibió el reconocimiento por parte del director de
Cultura, Cayetano Chávez Villalvazo.
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