El jueves pasado se realizó la premiación del
Segundo Concurso de Poesía del CUSur, en el auditorio de la Biblioteca Hugo
Gutiérrez Vega del centro universitario. La ceremonia se realizó en el contexto
de las actividades que la comunidad de Letras Hispánicas hizo por las
celebraciones del Día Mundial de la Poesía. El ganador del concurso fue Ángel
Aurelio del Toro Ortiz quien recibió una reconocimiento y un premio económico.
El jurado estuvo constituido por los poetas
Alejandro von Düben, César Anguiano Silva y Ricardo Sigala. Después de la
deliberación se determinó declarar ganador el poema “Pleyadiana” de Ángel
Aurelio del Toro Ortiz, estudiante de Letras Hispánicas del CUSur. A la vez se
consideró otorgar menciones honoríficas a los poemas: “Ausencia” de Melva
Hernández Franco de la carrera de Abogado del CUSur; “Si quieres ser escritor
córtate las piernas” de Angélica Martínez, y finalmente al poema “Sarcástico
país” de Azucena Rodríguez Anaya, ambas estudiantes de Letras Hispánicas del
CUSur.
El Spleen-Dor Cultural, el Consejo
de Letras y la Coordinación de Letras Hispánicas son los organizadores de
Concurso de Poesía del CUSur que en esta su segunda edición amplió su rango de
participantes más allá del Centro Universitario del Sur, e incluyó la
posibilidad de que participaran estudiantes de todos los centros educativos de
nivel superior en Ciudad Guzmán.
Poema ganador del Segundo Concurso de Poesía del CUSur
Pleyadiana
Ángel Aurelio del Toro
Tú has venido desde
un alto piélago de estrellas
vestida de sol
Flor
boreal
Esparces
tu risa color de ave que aletea por el silencio y anida en mis oídos de árbol
Amaneces
y salvas mi aliento del olvido
lo refugias en tu boca etérea
en
tu piel de nube
en tus ojos de atardecer
Yo
sediento de tu aura
extiendo mis raíces en tu camino de plumas
y canto los soles de cada día bajo tu sombra de ala
Fluyo hacia la
espuma tibia de tu luz
balsa
onírica
Llego
tras
un largo naufragio
a la orilla de tus labios
puerto de vino y sueño
pétalos de aguamiel
marea cósmica
Nado en tu oleaje
de durazno cálido
suave
mar desértico
ocaso rubio
ampo lunar
Tus brazos de
lluvia me envuelven en un arrullo de sirena
follaje
del firmamento
El tiempo me bebe
me
respira
me arroja al viento como una hoja seca
Caigo como arena de
un reloj que marca los latidos de tu regreso
Hasta que amaneces
nuevamente en mis ojos
y
riegas mi frente con el beso de un nuevo día.
Menciones honoríficas del Segundo Concurso de Poesía del CUSur
Ausencia
Melva Hernández Franco
¿Dónde estuviste esa noche?
La noche de las noches
Cuando la sangre ardió en un río de plomo
Y la carne fue polvo del polvo
¿Dónde estuviste a la hora del incendio?
Cuando la cama fue de clavos
Y nos tiró al suelo en un mar de arena
¿Dónde estuviste esa noche?
Y todas las noches
Cuando el humo alimentó al insomnio
Ese insomnio maldito que dura toda la flama
Y nos deja plantados entre periódicos y más periódicos
Sin más sal que un puñado de lágrimas secas
¿No eres susurro acaso?
Antes del trueno
En el silencio de la caída
En el vacío del gatillo…
¿Dónde has estado todas estas noches?
Todos estos años
Estos siglos
¿Detrás de la pólvora?
¿Bajo la ceniza del sueño?
¿En una celda?
¿Entre llantas requemadas?
¿En una fosa de carbón?
Dónde estás si no es entre gusanos
Pues nos están dando duro y macizo
Y nadie te oye.
Si quieres ser escritor córtate las piernas
Angélica Martínez
Si quieres ser
escritor córtate las piernas o uno de tus brazos,
Quédate ciego,
enferma de algo,
Sé especialmente
suicida.
Cuando tengas ganas
de ser escritor piensa en qué darás a cambio,
Una vida normal y
feliz no te ayudará a serlo.
Acuéstate en la
calle y deja que el camión de la basura te pase por el cráneo,
Si lo prefieres
ingiere veneno.
Si quieres ser
escritor piensa que puede ser eterno y sin éxito,
En casos extremos
es mejor ser abogado o político.
Para ser un Nobel
se requieren personajes, palabras mágicas, historias maestras.
Para ser escritor
no necesitas de un ojo o la boca, ni temas como el amor.
Si tu deseo más
grande es ser escritor, conserva una de tus manos y escribe.
Sarcástico país
Azucena
Rodríguez Anaya
Ser
como se pueda, tomar lo que se tenga,
ignorar
lo que se ve, aceptar lo que venga.
I
Permanecer
callado, estático en acción neutra,
sin
bando, sin malicia, aprender en
la
escuela del polítiquillo mexicano.
Estarme
entre tus calles
donde
fluyen inaudibles banalidades, accidentales, improbables;
vivir
en el pueblo y actuar como citadino
corroído
por la euforia de un día de quincena,
donde
el dinero vale, y vale más el que lo tenga.
Largarme
a los lugares de tragos y jelly pop,
franquicias
de mercadotecnia,
moda in suculenta.
Llenarme
los bolsillos de gula a manos llenas,
la
boca de pastillas, cerebro gelatina,
la
sangre de hierba,
la
mota es mi vida, el alcohol es mi vieja.
II
Quedarme
en sigilo cual señorita color rosa
que
acicala sus cabellitos,
sacudir
el pechito en una selfie
sentadita
en la misa de domingo.
Guardar
los viernes en vigilia,
y
reventarme en sabadrink
contando
diez y siete sin saber dividir.
Partiendo
plaza a donde piso,
el
derriere abultadito,
sin
un gramo de cerebrito.
Ser buchona, ser
coqueta,
pues mi valía está abajito.
III
Estarme
el día inmóvil trabajando,
obrero
del capitalismo,
vendedor
de falsedades
burócrata
de pantomima,
y
qué importa si no veo todo el día
a
mis hijos, para eso trabajo,
proveedor
del fanatismo,
comprarles
celular, recarga face y watsup.
Llegar
harto de lo mismo
la
misma mediocridad, el mismo destino,
las
deudas no se acaban,
empeñar
mañana para eso existo.
Dinero,
dinerito, amigo mío.
Estarme
enajenada al monitor televisivo
cual
señora de la casa.
Mirar
mi vida irrealizable en
la
pantalla.
Soy
totalmente porquería, solo solo saldos.
Ser
promotora del consumismo,
vendedora
de catálogo,
querer
parecerme a las que vienen en portada,
pensar
que ya merito,
con
la dieta de la luna ya pronto lo consigo.
Con
una operación
las
bubis me levanto,
los
gordos me hago chicos,
aparento
menos años.
La
envidia que despierto me tiene
ensimismada,
consigo
mi objetivo.
IV
Estar,
estando sin pensar,
si
he visto en mis calles la mugre desparramada;
cegados
caminamos, los niños disparando,
perdidas
las señoras, los asnos del trabajo,
lolitas
de juevebes, políticos de mierda.
La
basura de la vida convertida en una escena
donde
todos expectantes miramos bien atentos,
siendo
ciudadanos del país de las estrellas.
Sarcástico
país, dónde están los héroes,
dónde
el patriotismo, ¿y los intelectuales de bolsillo?.
A dónde fue tu identidad,
dime
¿alguna vez la hemos tenido?.
Dónde
están los que nos faltan,
qué
hacer con los que sobran,
formar
una gran bola de congreso y corrupción.
Mendigan
pordioseras las ganas de estudiar,
tu
gente distraída, tus viejos olvidados
y
tus niños, han dejado de soñar.
Ser
como se pueda, tomar lo que se tenga,
Ignorar
lo que se ve, aceptar lo que venga.
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