viernes, 11 de marzo de 2011

Pueblo bicicletero

Salvador Manzano

Cuando  era chiquillo, en cierta ocasión, saqué el florete y me batí en un duelo campal con un primo chilango que vino a casa de vacaciones y se atrevió a decir que mi pueblo: “era un pueblo bicicletero”, ¡maldito infame! le hice que le sobaran con manteca un par de chipotes. Si aquella vez fue una humillación  tremenda;  ahora es una gran ilusión que increíblemente casi raya de utópica. ¿O no?
 La sobresaturación de vehículos, la chatarrización, la insuficiente infraestructura, la escasez de recursos para sostenerla, la infinidad de accidentes viales y si nos vamos problemas más agresivos la contaminación y el calentamiento global, nada más…¡barbaros! ahora contra quién ¿saco el florete? Mejor saco mi bicicleta, pero eso no es todo.

Sería en verdad fabuloso que en este pueblo, nos empeñáramos en sacar la bici, seria fabuloso que las autoridades contribuyeran aportando los recursos para la infraestructura de un pueblo bicicletero, para ello necesitamos no sólo ciclo vías, áreas de estacionamiento, sino también garantías, leyes que garanticen la seguridad del ciclista. No es nada más comprar una linda bici y ámonos, ¡no compadre!
Mira, antes era una bronca con los camiones urbanos y los taxistas, ahora, se les agregan “las camionetotas” son un verdadero y latente peligro. No se respetan ni a si mismo, menos a un “par llantas de casquito”, ¡ay compadre! cierto día una “camionetota” me hizo maniobrar feo para no medio matarme, voy viendo, era una “señora” de esas emperifolladas con derecho a estacionarse donde se le da la gana, y de conducir como los pilotos infernales… ¡deja de eso! los fines de semana la camionetota se la prestan a sus vástagos para que vayan al antro, a presumirle a las ingenuas y boquiabiertas chiquillas su “poderío”.   Ah! pero también antes de que se me olvide, que tal los “celularistas” esos conductores que maniobran con el celular pegado a la oreja, ¡aguas! …esos son medios pe… ligrosos, contundentes atarantados.

Chin!...me estoy desviando peligrosamente eda? vamos en bici… pero deberás, deberás, si tuviéramos todas las garantías ¿cuántos ciclistas habríamos? ¡un friego si!

Además en este bello pueblo no esta tan descabellado, si Londres pudo, fíjate compadre los londinenses hasta ejecutivos se ven en bicis y crearon una nueva “bici urbana”, con interesantes accesorios  donde pueden cargar sus portafolios y documentos. En China no se diga, tienen bicis de carga, para estudiantes, para amas de casa, lo mismo los países denominados Dragones Orientales, los brasileros ya están tomando la iniciativa también, ¡compadre! hay que hacer algo, fíjate en El Corralito, el raquítico de Melquiades diario se va en su bici a la ordeña, hasta se esta poniendo piernudo.

Tenemos que darnos cuenta que si logramos esto, hay un chorro de beneficios, los inmediatos son respecto a nuestra salud, y los consecuentes nuestra contribución a reducir las barbaridades que ya mencionamos al principio, y más allá si pudiéramos con nuestro ejemplo transmitir esta idea a todo el país, son muchas cosas reducir el problema de estacionamientos…¡compadre imagínate! con eso de que no has podido sacar pa’ taxis…¡sacas una bici taxi! Imagínate compadre, en la plaza de armas un estacionamiento bicicletero amarillo con policía de guardia, y letreritos “PRESIDENCIA”, “SECRETARIO”, “ARQUI” en fin, y el montón de triciclos bonitos con el logo del honorable, sería una belleza ¿no?  predicar con el ejemplo…¡sí señor!

Bueno, también como ciclista (lo que no hacen ahora los motociclistas, grrr) debemos concientizarnos de que debemos usar casco, guantes y lentes, vamos a parecer marcianos, pero no le hace compadre, más vale protegernos… así que dejas ese sombrero charro compadre, si es cierto que fue creado para proteger al jinete de las caídas, no sólo del sol;  ¡como serás para la bici no sirve, hasta pareces menso!

Volviendo a las ciudades que están haciendo labor para fomento del ciclismo urbano como ecológico y no se diga deportivo, es…Colima. Próximamente  con mucho gusto abordaré este tema mencionando algunos avances al respecto y sus pioneros. Aunque apropósito de ciclismo no me quiero ir sin dejarles mi gran respeto y admiración a unos ciclistas típicos de este bello Zapotlán el Grande, personajes de la ciudad a los que no se les ha hecho aún su debido reconocimiento, me pongo de pie y me quito el sombrero ante: el PANADERO DE TRICICLO. ¡Ámonos compadre!

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