martes, 12 de abril de 2011

Retumbó la palabra de Arreola

Notiecos/Zapotlán/Milton Iván Peralta

Desangelada, es así como inicio el Día Mundial del Libro en Ciudad Guzmán. Ni la palabra de Arreola a diez años de su muerte pudo lograr que la gente acudiera a leer su recopilación de “Lectura en voz alta”. O por lo menos, así parecía.

La cita era a las 8:45 para iniciar a las 9. Pero no. La impuntualidad de las autoridades aplazó a las 9:30 el comienzo ante un foro Luis Guzmán que albergaba cuando mucho una docena de personas. Sólo regidores y representantes institucionales; cero ciudadanía.

Frente a la estatua de José Clemente Orozco, unas cuerdas desangeladas que armonizaban con el frío clima, no lograron levantar el ánimo ni siquiera con la emblemática Bésame mucho.

Fue triste la presentación de los regidores, unos a otros se nombraban y ante la carencia de público ellos mismos se tenían que aplaudir. Sólo tres espontáneos atestiguaron su solemne acto: Héctor, Julio y una señora que paso con su niña; vio y se fue.

La inauguración ocurrió a las 9:45, tras pasar unos discursos muy positivos sobre la lectura, ya cuando el maestro de Samuel, de Casa de la Cultura, dio por inaugurado el maratón de la lectura. La mayoría de los regidores se retiraron. El grupo musical interpretó “La Bikina, pues había que levitar el ánimo.

El regidor Guadalupe inicio leyendo “La tarea escolar” y “Aquí comienza la ley”. Y así tristemente comenzó la breve y casi silenciosa “Lectura en Voz alta”.

Pero justo a las 10 de la mañana llegaron los alumnos del CBTis, y de ahí se vino una desbandada de escuelas primarias, de nivel medio y superior. Fue entonces cuando la voz de Arreola comenzó a escucharse más fuerte y clara en las palabras de los infantes.

Casi ocho horas y 174 lectores transcurrieron frente a la pintura de Juan José Arreola, hecha por Daniel Quiroz, llegó el relato “El Cuete”, de Manuel Gutiérrez Nájera, que fue leído por Milton Iván Peralta, vocal de literatura del COMUNCA, de ahí Guadalupe Martínez y Orso Arreola tomaron el micrófono para dar por cumplido la lectura. Hasta el próximo año, con nuevos lectores y un nuevo homenajeado.

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