Cindy
Camacho, Wendy Tovar, Gisela Rodríguez,
Adriana Colima y Sofía Godínez
Actualmente,
por las exigencias económicas de la sociedad, ha ocasionado que ambos padres
trabajen para tener una calidad de vida mejor; sin embargo este fenómeno ha
provocado que los hijos pasen demasiado tiempo a solas frente al televisor, sin
nadie quien supervise el contenido de estos programas.
¿Pero se ha
preguntado que tanto influye de manera
negativa los programas que ahí se transmiten? Empezar hablando de series que a
simple vista muestran un lado inocente para los televidentes, tal cual lo hace
el ya conocido por la mayoría “Chavo del ocho”, recuerda cada bofetada que Don Ramón
recibe aún sin ser el merecedor de dicho acto? Pues bien, esto es algo que el
niño se graba, porque aprende que una forma de sacar su enojo es simplemente
golpear al primero que se le ponga enfrente,
sin tomarse el tiempo para asegurarse que esa persona es la merecedora de dicha
reacción o utilizar otro método para la resolución de algún problema.
Si nos sentáramos
solo una hora frente al televisor observando detalladamente lo que nos
comparte, nos encontraríamos tristemente con programas que solo están educando
de forma violenta y errónea a cada uno de los infantes de nuestro hogar y no
solo los programas sino también los comerciales que nos llevan a ser
consumistas, a querer poseer objetos de marca para estar a la moda.
¿Conoce
usted a South Park? Si responde con un NO, entonces le hablaremos brevemente de
que trata dicha serie: es una caricatura en donde las palabras obscenas son el
lenguaje empleado, y en donde matar a tus propios amigos forma parte de la
diversión.
Pero esto no
es lo alarmante, lo que consterna profundamente es la aprobación de los niños
ante este tipo de caricaturas, ya que es
una de las más vistas por infantes y adolescentes actuales.
Y solo para
dejar un poco más claro este tema de las caricaturas… ¿Por qué no hablar de Los
Simpson? Lo más probable es que la mayoría conozcamos al padre desobligado,
ingenuo y con una ocupación aún mayor que el atender a sus propios hijos, como
lo es el alcohol. Pero la imagen que más impacto tiene sobre nuestros niños es
la del pequeño Bart, el chico rebelde, que no se detiene ante nada ni siquiera
ante sus propios padres. El niño que se burla de todos y simplemente busca
salirse con la suya a como dé lugar, aún sin importar por encima de quién tenga
que pasar.
Estos son
solo algunos de los personajes que sirven como ejemplo para sus hijos al llegar
a casa, y que encuentran como distracción el sentarse a ver la Televisión.
Mientras los padres están ocupados en cuestiones laborales, del hogar o
simplemente viendo otro programa, ya que actualmente en cada recámara cuenta
con una propia, cuestión que impide que los padres estén al tanto del contenido
de lo que sus hijos ven.
Pero el
verdadero problema surge cuando los pequeños llegan a la escuela y ante la más mínima
provocación quieren actuar como Bart o como cualquier otro personaje de
caricaturas, desviando su mente de los conocimientos brindados en las aulas,
trayendo consigo un bajo rendimiento escolar.
Tomemos
conciencia, alejemos a nuestros hijos de la mala escuela, eduquémoslos con
verdaderos valores y responsabilidad.
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