Doris Esparza Ríos
Impotencia, coraje y gran disgusto me causa cuando una persona arroja comentarios tales como “los pobres son pobres por que quieren” o “en México hay grandes niveles de pobreza por que los mexicanos son flojos” cometarios dichos por mismos mexicano sin fundamentos. Claro muchas de estas personas han vivido “bien” desde su nacimiento o al menos no les falta “nada”, a lo que me refiero es que no cuentan con ninguna carencia social.
Sin embargo, mí discurso cuando hablo sobre la pobreza va por el lado de la falta de oportunidades, los altos niveles de carencias sociales que existen y la falta de eficiencia y eficacia en las políticas públicas. Yo sí creo en los mexicanos (aunque suene a discurso político) y creo que la gente quiere superarse. ¿Quién puede disfrutar ser pobre? Desgraciadamente México tiene un rezago de pobreza que arrastra desde la independencia de México y una represión hacia los pobres que no los permite crecer. Cada vez los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Tenemos a nuestro empresario Carlos Slim que varios años ha sido el primer lugar en la lista de los hombres más ricos del mundo. Esto indica un sesgo muy amplio en la distribución de lo riqueza.
Ahora bien para fundamentar un poco mi punto de vista definiré el concepto de pobreza según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) “se considera a una persona en pobreza por ingresos cuando su ingreso está por debajo del monto mínimo necesario que le permite satisfacer sus necesidades esenciales” Para este concepto existen tres niveles: la pobreza alimentaria, considerada como pobreza extrema por el Banco Mundial (BM), que ni utilizando su ingreso total puede cubrir la canasta básica, pobreza de capacidades que no tienen acceso a cubrir la canasta básica, servicios de salud y de educación aún agotando su ingreso total en los tres conceptos y por ultimo pobreza de patrimonio donde con el ingresos total no se cubre los conceptos de canasta básica, salud, educación, vivienda, transporte y vestido. Para el 2008 en México existían 47.4% pobres de patrimonio, 25.1% pobres de capacidades y 18.2% en pobreza alimentaria. Desgraciadamente estos indicadores, sobre todo el indicador de pobreza alimentaria, aumentaran en los próximos resultados que reporte el CONEVAL ya que después de la crisis mundial del 2009, México fue el país de Latinoamérica que proporciono la mitad de los 8.3 millones de nuevos pobres que se generaron según el BM.
Sin embargo existe la metodología de la medición multidimensional la cual permite ver con claridad como las carencias sociales se presentan en la mayoría de los mexicanos. 10.5% de los mexicanos se encuentra en pobreza multidimensional extrema con 3.9 carencias promedio (tres o más carencias sociales y su ingreso no alcanza para una canasta alimentaria), 33.7% se encuentra en pobreza multidimensional moderada con 2.3 carencias promedio (al menos una carencia social y su ingreso no alcanza para cubrir sus necesidades), 33% vulnerables por carencia social con 2 carencias promedio (al menos una carencia social pero ingreso suficiente para cubrir sus necesidades) y 4.5% vulnerable por ingreso (no presenta carencia social pero no tiene ingreso suficiente para cubrir sus necesidades).
El hecho de medir las carencias sociales nos permite ver la realidad del problema y su magnitud. Estamos hablando que es muy mínimo el porcentaje que no presenta carencias sociales, y que en los niveles de pobreza extrema nos encontramos con personas que solo hacen una comida al día, que desde los 15 años empiezan a trabajar, que viven 8 personas en una casa sin piso, que caminan 2 horas para obtener agua potable que su alimento llega a ser chile con tortilla. En las personas con pobreza moderada nos encontramos con obreros que trabajan horas extras sin ser pagadas, que no cuentan con agua entubada y con niveles educativos bajos y que tienen que hacer filas de 2 horas promedio para vacunar a sus hijos o muchas veces ni eso consiguen. Ahora bien pasando la línea de la pobreza nos encontramos con trabajadores con un sueldo por arriba del bienestar pero que sin embargo no cuenta con seguro social y con microempresarios que no tienen ninguna carencia social pero que sus ventas van en descenso hasta ser menores a sus costos.
El 64.7% de los mexicanos no tienen seguros social, 40.7% no tiene acceso a servicios de salud, 21.7% tiene rezago educativo, 21.6% no tiene acceso a alimentación, 18.9% no tiene servicios básicos en la vivienda y 17.5% no tiene calidad y espacios de la vivienda.
¿Cómo podemos crecer y bajar los niveles de pobreza si los números no mienten?, el gobierno no está haciendo su trabajo y no está proporcionando los servicios necesarios para que un mexicano tenga “calidad de vida” sin caer en el populismo y el paternalismo. Estos niveles de pobreza son el problema más grande de nuestro país, ya que en la pobreza se desarrollan otra serie de fenómenos como la migración, prostitución, narcotráfico, pobreza infantil, etc. Mientras no se minimícela pobreza, ya que erradicarla no es posible en un sistema capitalista, seguiremos con estas cifras. Hace falta educación, salud, viviendas dignas, seguridad social y empleo, y no sólo infraestructura como declara Felipe Calderón.
Por otro lado, tenemos a la sociedad, que al no conocer estos índices no tiene idea de la realidad de la problemática que vive el país día a día. Se piensa que en África viven los pobres, muy lejos de nuestro país, sin embargo están más cerca de lo que pensamos, pero al no vivirlo no nos afecta y seguimos pensando que la pobreza es culpa de los pobres y que trabajo hay en todos lados, pero trabajo digno y remunerado no.
REFERENCIAS:
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