lunes, 28 de noviembre de 2011

Lo que tu Digas


Fernando M. Araiza

A Dalia Ramírez por ser la que pone orden en mi hogar.


Hace seis años conocí a Rodolfo Naró un escritor de Tequila, Jalisco. Para mí este hecho como aspirante a escritor, fue elemental, sin embargo, omitiré los detalles por hacer énfasis en la historia que recuerdo claramente como si hubiese ocurrido hoy.



            Naró comenzó así: Recuerdo cuando era joven, vivía sin
 miedo, disfrutaba de los amigos, vivía con una mujer de la que
 estaba profundamente enamorado, hacía todo lo posible por complacerla, era detallista, le daba la razón en todo, no la cuestionaba, la apoyaba siempre que me necesitaba, como no ser así, la quería con el alma.

            Ella se esforzaba al igual que yo por mantener una relación, yo, evitaba las discusiones para verla feliz, teníamos dos años viviendo juntos e incluso pensaba pedirle matrimonio, pero un día común en los que disfrutaba de mi supuesta felicidad ella llega seria y me pregunta ¿podemos hablar? Yo titubeé, pensando en que algo ocurría, quizás inconscientemente esperaba el final, le respondí, si amor, ella dice, bien, seré breve: Me voy de la casa, yo me quedé en shock, no sabía que decir, si ok, adiós, o, decirle no te vayas, sin embargo, las palabras que salieron de mi boca fueron: ¿Por qué te vas? Si te he complacido en todo, a lo que ella me respondió: ese es el origen del problema, tú nunca fuiste capaz de contradecirme, cuando te preguntaba, amor ¿Qué película veremos en el cine? Respondías: La que tu digas,  amor ¿A dónde iremos de viaje? A donde tú digas, ¿Qué comeremos? Lo que tú quieras, ¿Qué haremos hoy? Lo que tu digas, me harté de esta situación, quería que por una vez en la vida no estuvieras de acuerdo conmigo, dieras tu punto de vista, pero nunca sucedió, nunca escuche tu sentir, por eso me voy… sin más ya no dije palabra alguna, sólo la vi partir.

            Este caso que salió de los labios de Rodolfo Naró, me lleva a pensar ¿Cuántas veces perdemos nuestra esencia por complacer al ser que amamos?, ¿será que en verdad queremos a la persona, o, sólo es por el miedo que tenemos a decir lo que sentimos y se enoje el sujeto?

            Naró decía que el no la contradecía por llevar la fiesta en paz, por evitar un problema, sin embargo, él también tenía un problema, quizás, de baja autoestima, ya que el expresar tu inconformidad no significa “no amar a una persona”, al contrario, porque la quieres, expresas tu sentir.

            Comprendamos que una relación nunca será perfecta, pero, puede alcanzar niveles altos de satisfacción si se dialoga, en la situación narrada, no podemos decir, “Rodolfo Naró, es el culpable”, no, ambos cometieron errores, tanto la mujer, por no expresarle lo que sentía al ver que él sólo le daba la razón.

            Lo único que puedo decir: Expresemos lo que sentimos y atrevámonos a correr riesgos, no siempre los resultados serán los que esperemos, más, al menos nos libraremos de una lapida llamada “silencio”.   

            Recuerden para los que estemos acostumbrados a decir “Lo que tu digas”, piénsenle, quizás no sea la forma idónea de responder a la persona, tal vez desee escuchar nuestra opinión.

2 comentarios:

  1. Manuel Alejandro Moreno P.29 de noviembre de 2011, 9:38

    Coincido totalmente, el silencio es la peor respuesta. Una relacion es de complementos, dialogo, puntos de vista, debate para defender nuestro punto de vista. No de sumisión ante el ser amado. Muchas veces esa persona desea saber que es lo que pensamos.

    Recuerden que no todo es miel sobre hojuelas, en una relacion tiene que haber altibajos, ya que de estos se fortalece.

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  2. Muy buen escrito me alegra el que pueda tener la oportunidad de leer este escrito, una ficción que no esta ta lejos del dia a dia . tan comun que nos liga y tod@s algo que resumen una frase de un viejo maestro "Cuando dos se ponen de acuerdo es por que alguno piensa por ambos" La falta de iniciativa , de decisión, la comodidad, la autoestima algo que nos liga al otro, y nos dice somo humano y en resumidas cuentas es el principio de algo que puede ser mejor.

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