jueves, 3 de mayo de 2012

La poesía es el polvo nuevo de la palabra antigua: HGV





Una docena de poetas reunidos en la Plaza de la Hermandad de Puerto Vallarta dieron inicio a la segunda edición de Letras en la Mar, extensión de la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega El periodismo cultural y las letras, del CUSur.

La declaratoria inaugural la hizo Maximilian Andrew Greig, rector del CUCosta, quien como anfitrión dio la bienvenida a los poetas, escritores, académicos, estudiantes y público en general que se acercó para escuchar poesía al ritmo de las olas y participar de una diversidad de mensajes rimados con acentos nacionales e internacionales.

Víctor Hugo Prado Vázquez, secretario académico del  CUSur, invitó a los asistentes a ser partícipes del mensaje poético generalizado en el lugar, al ser una alternativa a la violencia, la inseguridad y a la incertidumbre que se vive en el país.  Señaló la importancia de la cultura compartida por los jaliscienses y recordó los nombres de reconocidos representantes de ella que han colocado en el ámbito internacional a Zapotlán el Grande, al ser la tierra de Arreola y Orozco, e integrar parte de la denominada zona rulfiana.

Hugo Gutiérrez Vega, presidente de la cátedra que lleva su nombre, también dio la bienvenida a los ahí presentes con quienes rememoró sus primero viajes desde Guadalajara hasta Mascota  a través de las aerolíneas Fierro cuyos pilotos daban dos vueltas a la zona antes de aterrizar para dispersar al ganado que se pudiera encontrar pastando en la pista de aterrizaje. De ahí se seguía el viaje por tierra hasta este puerto, cuando él se hospedaba en el hotel Paraíso con un altísimo costo de 50 pesos por noche, tarifa que incluía tres comidas.

Lo cierto, dijo el poeta, escritor, periodista, diplomático y actor de teatro, es que si bien el progreso representa grandes ventajas para el desarrollo en general, trae aparejados elementos que han resultado dañinos para la sociedad, como la violencia y la deshumanización, por ello es que tales estragos han de atenuarse con elementos de cultura y arte, como lo es la poesía.

Y  es que la poesía no requiere interpretación, agregó Gutiérrez Vega, pues hay tantas connotaciones de ella como personas que entran contacto con las palabras rimadas y con los mensajes de los poetas.

“La poesía es el polvo nuevo de la palabra antigua”, puntualizó para dar inicio a un programa de cuatro días en los que habrá recitales poéticos, presentación de libros, homenajes a poetas como el colombiano Juan Manuel  Roca y el mexicano Eraclio Zepeda, talleres de poesía y de escritura para periodistas, exposiciones y ciclo de cine.

Presentan recital poético autores nacionales e internacionales en Letras en la Mar de la cátedra Hugo Gutiérrez Vega del CUSur
Juan Manuel Roca de Colombia, Magnus William-Olsson de Suecia, Jasim Mohamed de Irak, AnnunziataRossi de Italia y los mexicanos Eraclio Zepeda, Elva Macías, Marco Antonio Campos, Jorge Souza, Zelene Bueno, Jorge Orendáin, Carmen Villoro y el anfitrión Hugo Gutiérrez Vega, se dieron cita en la plaza de la Hermandad de Puerto Vallarta, para participar en el primero de los recitales poéticos del amplio programa de Letras en la mar de la cátedra de Periodismo Cultural y las Letras Hugo Gutiérrez Vega del CUSur.

Jorge Souza dio lectura a un par de fragmentos de Poemas a Vallarta en los que dijo “besando la mar de plata el sol extiende sus redes y refleja en paredes su color escarlata…  tendido entre sierra y mar con sus mil fachadas blancas despliega ante el sol Vallarta su suave sabor a sal”.

Por su parte Zelene Bueno recitó Para nombrarte al decir, “Cierro los ojos y las imágenes se entreveran como la última luz que duda en irse al sueño con mi cuerpo mirándose en el suyo, si decir que tu voz intacta permanece.

En su intervención Jasim Mohamed compartió en idioma árabe A Casandra, que el sueco Magnus William-Olsson presentó en español: “…se estricta con la muerte sus reflejos, se estricta con la superficie de las palabras, se estricta con el tiempo. Duerme Casandra duerme y olvida…”.

Elva Macías rememoró su infancia en Chiapas y dio lectura de Agosto: “ …Artemisa lleva un canasto con la ropa dormida. Al llegar a las trancas se oye el coro de cigarras, entramos a galerías de follajes y entre pilares de oro verde recogemos limas como pechos…”.

Juan Manuel Roca hizo lectura de El hombre del proyector haciendo alusión a las cintas que disfrutó en su natal Medellín: “En los barrios el cine nunca fue puro, en corrillo el hombre del proyector contaba la película de Chaplin que daba a sus gestos una voz. Afirmaba que los soldados nunca vencieron a Gerónimo y que en la función de matiné se levantaban los apaches heridos, se sacudían el polvo, montaban sus caballos de viento y se iban a galopar por la llanura en la función vespertina”.

Hugo Gutiérrez Vega dedicó su lectura a Jasim Mohamed: “Pasaré la noche con el inmenso desierto que hay entre mi y el estar contigo. Hay una extensión cercada por el cielo, una inmensa planicie descubierta por la luna, un campo de flores pálidas sitiadas por su propio perfume…”.

La lectura de Marco Antonio Campos fue de un fragmento de En el tren de Rabat a Fez: “…sauces de agua, eucaliptos de media sed, hileras de pinos para sombrear la altura. Pueblo tras pueblo miro casas con formas que no tienen forma. Vacas y asnos pastan en la llanura como si fuera la penúltima hierba ¿por qué en el postrero otoño vuelven los amores idos como hojas caídas y marchitan almamente el corazón que duele?”.

Eraclio Zepeda participó con un fragmento de Acela, del cual dijo estar orgulloso pues todavía lo leen los jóvenes y lo hacen como debe hacerse con un poema de amor “desnuditos y acostados” y recitó: “Eres la mar profunda habitada de sorpresas, hay peces extraños en tu vientre, sueños de marino en la baranda, viejos navíos sepultados en el fondo. En el centro que vibra con las olas guardas un nido brutal de tiburones”.

Coleccionista de  sombras es el título del poema de Jorge Orendáin quien leyó: “los coleccionistas anda por la vida en su intento constante de ordenar el mundo… ellos andan por todos los rincones de la ciudad, se les mira conversar con extraños forman asociaciones para discutir, intercambiar y presumirse sus cosas entendibles solo para el mundo que han construido”.

Carmen Villoro recitó Seven Eleven: “No es la nostalgia la que me lleva ahí, es el reverso quizá de la nostalgia, el presente absoluto ante esos mostradores que me recuerdan más a una juguetería, la niña que descubre la inmensa variedad de las galletas no es la niña de ayer, es una niña actual ante la oferta de colores, de diseños, de formas…”.

Para cerrar la catedrática de la UNAM AnnunziataRossi recitó “Soy una criatura” de Giuseppe Ungaretti, escrita en una trinchera de la Primera Guerra Mundial en agosto de 1916.

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