jueves, 3 de mayo de 2012

Los mártires de Chicago 1886, 1887

José de Jesús Juárez Martín

                                

El mundo, hábitat de la especie humana totalmente transformado y en riesgo creciente de catástrofe ecológica, el proletariado proclamó como exigencia desde siempre, con más organización desde el siglo XIX ante la negativa de los dueños de las fábricas,  desde este contexto se produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York, jornada de ocho horas, en 1866 el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra  revalida la disminución de la jornada  entre los millones y millones de jornaleros que afianzaban el capitalismo y lo sufrían sin derecho alguno.  

En 1886 en los Estados Unidos el problema laboral fue un torbellino que sacudía la tranquilidad interna, airados reclamos productivos  y exigencia de  disminución de jornada laboral, la  producción y la vida social de las ciudades industriales en especial Chicago eran polvorines de violencia.

En Estados Unidos el 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otro tanto obtenían esa conquista de ocho horas de jornada con la simple amenaza de paro. En Chicago las condiciones de los trabajadores eran peores que en otras ciudades del país, las movilizaciones continuaron. La fábrica única que trabajaba en es ciudad era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik en huelga desde el 16 de febrero.

La producción se mantenía a base de extras que funcionaron como rompehuelgas.  El 2 de mayo la policía disolvió  violentamente la manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron contra los que salían armando, la pelea se generalizó, los policías sin previo aviso  dispararon sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos. A estos personajes junto con los sentenciados por los disturbios  se les llamó. “Los mártires de Chicago” y es el origen de la celebración del “Día internacional del trabajo”.  

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra los capturados, 31 responsables, que luego quedaron en 8. Las irregularidades en juicio fueron muchas, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
Samuel Fielden, inglés 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua. Óscar Neebe estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados. Michael Schwad, alemán 33 años, tipógrafo condenado a cadena perpetua.

El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de muerte de horca de Georg Engel alemán, 50 años, tipógrafo. Adolf Fischer alemán, 30 años, periodista.  Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente y August Vincent Theodore Spies alemán, 31 años, periodista.

Después de estos graves acontecimientos se fue reconociendo de hecho y legalmente lo que se pedía, la jornada laboral  de 8 horas y así poco a poco las conquistas legítimas de los trabajadores, actualmente el neoliberalismo va propiciando las reformas a las leyes del trabajo y no son a favor de los obreros.

Nuestra Constitución desde 1917 lo estípula en el Artículo 123 y la Ley del Trabajo que puntualizan las relaciones obrero patronales.

En este marco histórico se dieron las celebraciones del día 1º de mayo en diversos países, y en el nuestro, con mayor relevancia en la ciudad de México, desafortunadamente se marcan con disturbios.

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