lunes, 28 de mayo de 2012

Listos todos para las elecciones

Salvador Manzano Anaya


El otro día a propósito de las tan trilladas elecciones, nos pusimos a conversar mi compadre y yo con un grupo de cuates del barrio, la mayoría de ellos gente rica en valores humanos (de buena reata); pero desafortunadamente pertenecientes a la clase  
 
mayoritaria de nuestro país, la gente de escasos recursos… ¡”pobre” compadre! que no te de vergüenza decir que somos pobres, al fin y al cabo es la verdad, ya ves, por más que le echamos ganas no hay manera de progresar un poquito, si no es entrándole a la corruptela y a los negocios chuecos, aparentemente eso si se vale, porque robar eso si que no. Todos soltaban la carcajada, cuando uno de ellos un maestro albañil  ya entrado en años mencionó a manera de burla que todo eso se acabará si votamos por el candidato bien peinadito, ¡el guapo decían las señoras!, no, no…pos ni que te jueras a casar con él, mejor por el otro que regala despensas, a mi me late el que se pone sombrero como nosotros, no la fulana de las pelotas es la buena,  a mi me gusta ese que le regaló un mandil a mi vieja, o el que se subió a la bicicleta, otro dijo que lo que ocupa el país es una vieja cabrona (¡líbranos señor!), y así  se la fueron llevando entre el montón de candidatos, lo curioso es que ninguno supo decir el nombre del partido, algunos atinaban solo a los colores, que el verde, que el azul clarito, que el tricolor… imagínense como andamos  para elegir a los lideres que llevarán la batuta de nuestro país, del estado o de este pinchi pueblo; si estoy hablando de una clase a la que pertenecemos la mayoría del país. Yo me atreví a contar que los partidos políticos se basan en una “ideología”, y ¡cacarearon todos¡ vaya no saben lo que es una ideología, menos podremos disertar sobre cada una de las que conforman los diferentes partidos y pensándolo bien, yo no me sé ninguna ideología de ningún partido, tal vez la del partido comunista o socialista, esa sí estaba coreadísima porque era de los rusos que nos querían invadir ¿eda? pero nada de lo de ahora, que vergüenza. La cosa es pedirle a Dios que nos ilumine y pongamos el tache al que en el mero, mero momento nos lata, así de fácil, y dejémonos de quebradera de cabeza, no pos Sebastián se va derechito con el de la Morena, le regaló un pomo y con eso ya cree que es su amigo, ¡Dios! No pues, dijo uno de los integrantes de la bolita de conversadores callejeros, “haber” ¿cuándo nos ha ido bien? Gane quien gane es la misma fregadera, de todos modos se roban el dinero, las promesas se las lleva el tiempo ¿o el viento?, dizque va a haber trabajo para todos, dizque arriba y adelante, o dizque bienestar para tu familia ¿y ve? Cada vez estamos peor, cada vez peor ¿no? Y si no votamos luego resulta que nosotros seremos los culpables de que subió al poder uno que no funcionó, o uno raterísimo, ¡cárgame Dios mío con estas elecciones!, ¡tu mándanoslo del cielo!; pero que sea uno bueno he? y no estoy hablando del azul…

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