lunes, 24 de marzo de 2014

Hacer del desprecio una revolución

Ricardo Sigala

Parte1
¿Quién es Saša Stanišić? (en tono de enciclopedia)

Saša Stanišić nació en Bosnia-Hersogovina en 1978, es autor de una quincena de títulos, todos escritos en alemán, lengua que adopta  para su creación literaria después de emigrar al país teutón, huyendo de la guerra de los Balcanes, a los 14 años en 1992.



         En 1998 sus padres emigran a Estados Unidos pero él permanece en Alemania en donde estudia Filología Alemana y Eslava en La universidad de Heidelberg. Su novela Cómo el soldado repara el gramófono (2006) ha sido traducido a más de veinte idiomas, fue finalista del Premio Alemán del Libro 2006,  y además recibió el premio Adelbert-von-Chemisso (2008) -otorgado durante la Feria del Libro de Frankfurt a obras escritas en alemán cuyo autor tenga como lengua materna otro idioma-. También fue merecedor al premio Alfred Döblin (2013) -fundado por Günter Grass y entregado de forma bienal.

         Stanišič ha sido  profesor en Estados Unidos y en Austria, vive en Hamburgo como autor y periodista. La nota de autor que aparece en la edición de Manuel el cubano loco de Editorial Pollo Blanco lo define como un autor de prosa fresca, coloquial y, ante todo, desbordante de humor y tonos absurdos.

Parte 2
¿Quién es Manuel el cubano loco? (en tono de quien hace del desprecio una revolución)
I
A Manuel el cubano loco lo vemos sentado en una banca de parque, desnudo, con el pelo grasiento, acompañado de un ¨chiviado¨ osito de peluche, un cigarro en la mano derecha, algo pasa por su mente, la gente en torno no tiene rostro. Manuel el cubano loco es un migrante pobre que  vive en La Bailonga, una casa en ruinas y miserable en una de las zonas ricas de Manhein, Alemania, es la momentánea imagen de un pirata, un embrión cubano tirado en el suelo entre vidrios rotos, un alma sincera, un sombra encorvada, una halitosis marina (le huele la boca a pescado, arenque y salmón para ser precisos), hijo de un narcotraficante alemán, ahora preso en una cárcel de Cuba (ahí se dedica a vender chocolate y revistas pornográficas especializadas en alemanas entradas en carnes, gorditas pues); Manuel es el delator de su propio padre, una llamada fue suficiente,  nunca le perdona que su madre haya muerto por haberla inducido a la cocaína. Manuel, que hace del desprecio su revolución, tiene el pelo tan grasoso que en él se pudieran preparar unos huevos fritos, pero Manuel  no come huevos porque no está dispuesto a consumir nada que salga del culo de un animal. Manuel hace del desprecio su revolución, enfrenta a la policía desnudo como su madre lo trajo al mundo, porque su novia se ha llevado toda su ropa, con la esperanza de que los polis de migración “no tendrán corazón para detener a un hombre desnudo, alguien que no tiene nada”. Manuel es novio de una griega ingenua pero que tiene un bello nombre, Ilona (como en el hermoso titulo de Álvaro Mutis, Ilona llega con la lluvia), una novia poseedora de una gran bondad y una gran imbecilidad, dejarlo encuerado ante los policías. Manuel  el cubano loco es quien fotocopió 150 veces su orden de deportación y la pegó en todo el barrio. El que tiene aspecto de “un bombero que ha salvado su vida en el último momento en un incendio provocado por él mismo”, que cubre sus genitales desnudos con un osito de peluche, que enfrenta  a los policías doblando la pierna izquierda emulando a Bruce Lee, y gritando “Vudú, vudú”, Manuel el cubano loco hace del desprecio su revolución y dice: “El Estado sólo quiere ciudadanos intachables, lo que significa que el Estado está en contra de la sinceridad”, y casi al final del relato concluye: “Cuando las leyes no dejan lugar a la sinceridad, huyo de la ley”, y así Manuel hace su revolución, porque piensa que no hay nada más bello que perder el norte y ver a dos gatos pelearse.

II
Manuel el cubano loco vive en la Bailonga, una paradoja que representa en cierta medida a su inquilino, una gran casa señorial, en ruinas, con aspecto de casa abandonada, se encuentra  en el mejor barrio de la ciudad, una ciudad de uno de los países más ricos del mundo. Un primero de mayo los izquierdistas le rompen un cristal a la Bailonga, y se justifican diciendo que la piedra estaba dirigida a las casa ricas de la zona, la ventana rota será tapada con un periódico de derecha, ironizando sobre la función de los periódicos conservadores: sólo cubrir los cristales de las realidades más jodidas. Más tarde los niños “bien” de la colonia se apersonan en La bailonga, cantando en tono de coro de iglesia “Bailonga, eres una putonga, Bailonga, eres una putonga”.           

         A Manuel le ha llegado la orden de deportación, será expulsado de Alemania, y su único recurso es el deprecio por el mundo que a la vez parodia e ironiza, enfrenta desnudo a la ley, se cubre los genitales con un oso de peluche, símbolo de Alemania; canta completamente borracho arias de Wagner, el más alemán de los artistas alemanes y corona su ejecución con un impresionante eructo a coro con los perros del barrio.

Parte 3
Manuel, el cubano loco, el primer título de la editorial Pollo blanco (en tono de conclusión)
Manuel, el cubano loco, el primer título de la editorial Pollo blanco, es un breve pero apasionante relato, divertido, irreverente, iconoclasta, pero a la vez reflexivo y crítico de uno de los problemas más fuertes de nuestro tiempo: la migración y las leyes de extranjería, que tienden a la deshumanización, se ocupa de los apátridas, que cada vez son más en el mundo y por lo mismo vistos no como un problema que resolver sino como una parte del paisaje, Saša Stanišić nos hace que nos detengamos a reflexionar en él, atrapándonos con una fuerte dosis de humor e inteligencia en la construcción del relato.

         Es importante decir que Manuel el cubano loco es la única oportunidad en México que te tenemos de leer a Saša Stanišić, pues sólo hay otro libro en español, su famosa novela Cómo el soldado repara el gramófono publicado por Alfaguara España y únicamente se consigue en el mercado ibérico. Resta felicitar a la editorial por inaugurar su catálogo con un autor y un texto de primerísimo nivel.

Nota. En octubre pasado Manuel, el cubano loco de Saša Stanišić fue presentado en la Biblioteca “Hugo Gutiérrez Vega” del CUSur.

Otra nota. El jueves pasado se dio a conocer que Saša Stanišić fue el ganador del Premio de la Feria del Libro de Leipzig 2014, en la categoría de Ficción.

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