miércoles, 2 de julio de 2014

Terminó la euforia futbolera

Víctor Hugo Prado

Para los mexicanos ha pasado la euforia futbolera en el mundial de Brasil, después de vivir los dramas de una selección que no alcanzó a lograr el pase directo a la justa mundialista, la salida de un técnico frío con notoria mala relación con sus jugadores y la llegada del estridente apasionado director técnico El Piojo, luego sufrimos la espera del repechaje. Vimos una fase preparatoria de encuentros y desencuentros. 



Luego el mundial, la fase preliminar sufrida con la anulación de dos goles contra Camerún, el empate con sabor a gloria contra el anfitrión Brasil, el contundente triunfo contra Croacia, el debate por la palabra puto, los desfiguros de los Mexicanos, entre lo más reciente la detención de cuatros de ello de los cuales dos son exdiputados panistas de la asamblea de representantes del DF, aprendidos por tocar las partes íntimas a una mujer, golpear al marido y al hermano de ésta al término del partido contra Holanda. Los memes de Ochoa en la redes sociales el pase a octavos de final para enfrentarse contra Holanda, en domingo a las 11 como si fuera misa. Desde temprano las calles de nuestra ciudad lucieron desiertas, las familias –nos contamos entre ellas- se reunieron para el momento esperado, la hora no se prestaba para consumir cerveza o poner sobre la mesa calmantes, hubo agua fresca y algo solo ponerse en la boca, más para detener la ansiedad que para satisfacer el hambre.

Nos volteábamos a ver emocionados, esperanzados, coreamos los tiros cerca, nos parábamos del asiento, nos tallábamos la cara de arriba abajo con las dos manos, nos despeinábamos. Luego, el anhelo en el minuto 47 con el gol de Giovani Dos Santos, los gritos de gol sostenido amenizaron la fiesta, nosotros festejábamos siguiendo las escenas con sabor a victoria, festejando como si estuviéramos en el estadio, soñábamos estarlo. Nos fuimos al segundo tiempo con grandes expectativas, si se puede, si se puede, si se puede, y no se puedo, el ya merito nos volvió a hacer una mala jugada, aun así el futbol trae cosas interesantes desde muchas ópticas, pero esa, la de reunir a la familia temprano, compartir las ilusiones de pasar a cuartos de final, gritar en coro, emocionarse, esa tenía tiempo de no verla. Gracias futbol.

¿Ahora a quien le vamos a ir? No lo sé, solo sé que ahora si, ya no hay pretexto para que pongamos la atención a los temas nacionales que no nos emocionan tanto como el futbol, pero que tendrán un impacto fundamental en nuestras vidas y en las de las generaciones futuras, el tema de la reforma energética o el de las telecomunicaciones. Sobre la reforma energética me pronuncio a que impulsemos la consulta popular, siendo parte de los dos millones de firmantes que solicitan que en la elección federal del 2015 en una boleta nos pregunten si estamos de acuerdo con las reformas privatizadoras de Peña Nieto. Seamos parte de los ciudadanos que profundizan en la democratización del país y que logran que las mayorías sean un factor de decisión en temas relevantes al ser consultados, ya no hay pretexto.

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