Juan Pablo Martínez González
Los “ninis” son un fenómeno social que está a la orden del día en nuestro país; A la vuelta en cada esquina podemos ver uno, o tal vez en nuestra misma casa contemos con un par de estos. Pero, ¿Qué son los “ninis”?
Nini, es un término que viene de las palabras “ni estudia, ni trabaja”, y con esté mismo se adjetiva a los jóvenes que por falta de oportunidades y no por falta de ganas o facultades, se encuentran en la estadística no activa de nuestro país.
No se puede hablar del tema sin antes tocar un punto que resulta muy importante e influyente en este fenómeno suscitado en todo México, y que no sólo perjudica en forma económica a sus habitantes, también involucra aspectos culturales y este punto es la falta de empleos.
Si nos remitimos hasta el sexenio de Vicente Fox Quesada podremos encontrar cifras reveladoras. Durante su mandato, al menos 6.6 millones de personas, integrantes de la “Población Económicamente Activa”, se unieron a la extensa fila de desempleados y terminaron por encontrar ocupaciones en algunos changarros o en el mejor de los casos, se unieron a pequeños negocios con bajos salarios y condiciones laborales que apenas les ayudan para salir adelante día con día.
En cuanto la falta de oportunidad en educación, nos encontramos con el hecho de que la mayoría de los jóvenes en nuestro país necesitan abandonar sus estudios para mantener a sus familias; por desgracia las labores que estos realizan para lograr esa meta no pueden ser consideradas como trabajos reales, ya que son trabajos que van desde vender chicles en las esquinas, hasta hacerla limpia vidrios en los cruceros. Esto hablando de zonas no tan marginadas.
Ya ni hablar de las precarias condiciones en algunas de las zonas de nuestro país, como el sur de México, donde las oportunidades de asistir a la escuela se reducen al momento de tener que caminar hasta 4 o 5 horas para llegar al complejo educativo, todo gracias a un desarrollo prácticamente nulo en materia de construcción de nuevos centros educativos de calidad, y la creación de programas propicios para la solvatación de estos baches, programas que apoyen el transporte y alimentación de los estudiantes y logren derribar estos muros que están bloqueando totalmente a los jóvenes que buscan seguir adelante.
Otro factor que resulta primordial es la falta de cultura en nuestro país. Con una impulsión de programas bien estructurados en las artes y en el deporte, se daría un empujón a estos jóvenes que los motive para seguir adelante a tomar los riesgos necesarios y las acciones prudentes a favor de la construcción de un futuro alentador. Esto aunado al apoyo de los padres o tutores de los jóvenes serian los elementos base para la formula “anti-ninis”.
Con la destrucción de falsas figuras y ejemplos a seguir como la del político que sin haber estudiado en realidad, que está en donde esta gracias a un sinfín de palancas, y gana millones (esto solamente como un ejemplo ya que existen más figuras negativas en nuestra sociedad) los jóvenes y me incluyo, encontramos que la educación sigue siendo el mejor medio para una superación personal y una adaptación social ejemplar.
Actualmente, por desgracia, vivimos en un país donde el gobierno está olvidando su objetivo primordial, dar soluciones reales a los problemas que nos aquejan como nación, problemas como estos ninis, que en la mayoría de las veces resultan los menos culpables, pero si son los más afectados.
Nosotros los jóvenes y adultos que formamos parte de la sociedad “activa” en nuestro país tenemos todos los métodos y los medios para lograr que esté fenómeno comience a desaparecer y con ello, veamos calles más llenas de jóvenes con libros en las manos, en lugar de droga o alcohol.
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