jueves, 7 de abril de 2011

Uno más a la lista

Doris Esparza Ríos

Es lamentable ver como ante nuestros ojos día con día la guerra contra el narcotráfico afecta a terceros.
Es aquí cuando uno se cuestiona ¿Dónde está la efectividad y la eficacia de dicho proyecto puesto en marcha por Felipe Calderón? Es difícil creer como el ser humano sigue usando las armas como un medio para atacar un problema, y eh aquí donde se pierde la coherencia al decir que los seres humanos somos los seres pensantes.

Después de la muerte de Juan Francisco Sicilia hijo del poeta Javier Sicilia, se me pone la piel chinita y a todos los ciudadanos del país. Desgraciadamente cuando existe un suceso como tal es cuando nos dan un pellizco para despertar y abrir los ojos ante lo que está pasando y lo que hace que los mexicanos se movilicen y empiecen a hacer sus labores ciudadanas apoyando a aquellos que han sido afectados y exigiendo aquello que se pide y no se cumple.

Se pide que la impunidad no persista en este caso y se busque a los responsables y se les castigue. Se pide que se analice el plan puesto para la lucha contra el narcotráfico, que no siga en aumenta la cifra de las 40,000 muertes registradas en lo que va del sexenio, que nos devuelvan la seguridad, que se acabe la corrupción y que se vean resultados claros en la lucha contra el narcotráfico.

Me entristece ver el país en el que vivo estos momentos y me entristece ver como muchos mexicanos van perdiendo el interés por lo que pasa a sus alrededores. Pero al igual me alegra ver como los ciudadanos salen a las calles para pedir paz en el país y para recobrar ese México donde no morían personas día con día.

Así como el poeta Sicilia a perdido a su hijo, muchos padres y mexicanos los han perdido, y así como este hombre ha tenido el valor y la fortalece de salir a las calles y exigir sus derechos a pesar de un dolor jamás sanado, que sea un ejemplo para muchos y que no esperemos a que nos maten un hijo, un padre, un hermano para exigir que los políticos y los delincuentes terminen su guerra infinita, para que se le de seguimiento a cada una de las muertes con el fin de encontrar el culpable y penalizarlo, para que los jóvenes podamos salir a divertirnos tranquilos, para que recobremos la confianza en nuestros policías y nuestros gobernantes y sobre todo para que este problema no empiece a formar parte del país en el que los mexicanos pierdan la capacidad de asombro y forme parte de la cotidianidad que causa frases como “ya es normal” ó “lo mataron por narco” ó “todavía no hay tanta violencia”, ya que esto implicaría que perdamos nuestro país, si la sociedad no exige ¿entonces quién?

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