martes, 12 de julio de 2011

El ferrocarril generó oportunidades: Castolo

Juan José Ríos Ríos


Con la llegada del ferrocarril a Ciudad Guzmán, vía Puerto de Manzanillo, los grandes capitales regionales empezaron a colapsar, al verse imposibilitados de posicionar sus productos en el mercado nacional, por la incongruente competencia de precios de los mismos productos respecto a otras latitudes.



Así lo dijo el cronista de Zapotlán el Grande, José Fernando González Castolo, durante el acto conmemorativo al 110 aniversario de la llegada del ferrocarril a esta ciudad, “una fecha tan representativa para la historia de esta comunidad, nos permite asomarnos, aún someramente, al cúmulo cultural que identifica a este rincón geográfico del occidente mexicano”, dijo en su discurso.


Agregó que el quedar integrados a la red ferroviaria nacional que se impulsó en mayor auge durante el período presidencial del general Porfirio Díaz, finalmente se convirtió en una realidad que escasas generaciones lograran disfrutar.


“El ferrocarril como herramienta generadora de oportunidades en el campo industrial y sinónimo de progreso, de imagen cosmopolita, vanguardista y citadina de los puntos que tocó, se consideró como el prototipo de los pueblos civilizados, en un país que despertaba y despuntaba a ser una nación de primer mundo, pero donde seguía prevaleciendo el abuso de poder de aquellos escasos particulares que amasaban la enorme riqueza del territorio nacional”, abundó


Señaló que la arriería que por años funcionó como modelo de interacción comercial, así como las diligencias en que solían los personajes trasladarse por los caminos reales que existieron desde la época de la colonia, pasaron a un segundo plano hasta que finalmente desaparecieron, dejando atrás una tradición de tres siglos que hoy en día se matiza de recuerdos que prevalecen en la memoria colectiva con un sabor romántico de añeja provincia.


“Pero no todo fue color de rosa con el arribo el tendido de las vías ferroviarias a Ciudad Guzmán, punto geográfico que se aprovecharía para concentrar las riquezas naturales que proveía la prodigiosa tierra del sur de Jalisco”. Además, las cuotas que se debían de cubrir para trasladar las mercancías eran exorbitantes, así como el costo del pasaje, al que podían acceder solamente escasos particulares; prácticamente se podría decir que el ferrocarril era un instrumento de lujo, para una sociedad que en su mayoría, no contaba con los recursos mínimos indispensables para su propio sostenimiento.


“El arribo del ferrocarril a Ciudad Guzmán, que vitorearon con júbilo las masas concentradas el 10 de julio de 1901; que diez años más tarde se convertiría en el principal medio de transporte de los revolucionarios; que nueve lustros después trasladaría gran parte de los bosques de la región hacia el exterior a través de la empresa Industrial Atenquique; el mismo que prevalece en el recuerdo de cada uno de nosotros, los que hemos maquinado un sin fin de historias individuales que nos hacen añorarlo, porque también a través de él hemos transportado nuestros sueños y esperanzas”, agregó el cronista.

1 comentario:

  1. El Senior Castolo tiene lucidez y sabiduria y sus palabras dan la idea de las expectativas y en el mismo tiempo de las frustraciones que siempre son originadas por un evento tan importante como la llegada del ferrocarril a este rincon de mexico . Alberto Carniel

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