lunes, 3 de septiembre de 2012

La Soledad

                                                                       Fernando Araiza

“A un ser que di por muerto, aunque ande caminando cerca de mi alma.”


La soledad es una utopía, el ser humano siempre tendrá la compañía aunque sea  de su alma.
            La palabra “Soledad” viene del latín “solitas”, que significa “carencia de compañía” (http://definicion.de/soledad/ ).

 
            La soledad es el vacío, es la nada que deja de serlo en el momento en que le asignamos un nombre, entonces vacío y nada,  son sinónimos.
            En diversas ocasiones hemos llegado a sentir que la vida no tiene valor, nada tiene sentido, sin embargo, no estamos experimentando “soledad”, sino tristeza que a menudo confundimos con esta, lo anterior quizás se deba al bombardeo de películas de amor y desamor que el cine mexicano y holliwodence nos ha sometido haciéndonos creer que al terminar con tu pareja, un amigo o cuando muere un ser querido, el llorar, extrañar, no comer, no salir y tener ganas de morir es “soledad”.
            Erich Fromm en su obra “El Arte de Amar” establece que uno de los principios para amar a otra persona es aprender a estar solo, sin música, sin personas, sin ruidos, he ahí un gran problema, nunca lo estamos, pero, eso no significa que no amemos.
            En el momento en que tenemos un pensamiento, una idea, dejamos de estar solos, como seres humanos la gran mayoría le tememos a la soledad, aunque quizás esto no sea el miedo principal, sino las divagaciones que ocurren en nuestra mente, lo voraces que pueden llegar a ser, haciéndonos caer en la locura si le damos permiso.
            Inconscientemente al escuchar el termino soledad recurrimos al catastrofismo, pensar en ella es sentir que no alcanzamos el derecho a ser amados, el temor a estar solos, es el miedo a no encontrar el amor en nuestra vida.
            Nuestros fantasmas mentales pueden ser una agradable compañía cuando solamente se piensa en lo bello del amor o por el contrario nos llevan al caos, como en algunos casos de esquizofrenia, sin embargo, hablamos tanto de la soledad que nos olvidamos que inconscientemente la estamos buscando, a veces como medicina para el olvido, nos alejamos de la sociedad y nos refugiamos en un mundo aparentemente alejado de sentimentalismos, sin embargo, los recuerdos son una desagradable compañía, otras cuando nos enfadamos de los temas triviales que comenta la gente del pueblo y empezamos a sentir que somos incomprendidos o que nada en este mundo nos merece porque creemos o somos seres infinitamente superiores a la mayoría, otras porque simplemente nos cansamos de ser nosotros y no queremos ofender a la sociedad estando en su círculo, sin embargo, el prender la computadora, la radio o la televisión es un medio para estar en contacto con el mundo y no sentirnos “vacíos”, aunque a veces es tal nuestro orgullo que no lo admitimos.
            En el mundo existen algunos monjes de ciertas congregaciones que deciden vivir en soledad como una forma de conectarse con su mundo espiritual (http://definicion.de/soledad/), no obstante esto no significa que se sientan solos, porque se tienen a sí mismos, no ven a ésta como un problema, sino como algo satisfactorio.
La soledad es una utopía, una falacia que utilizan los artistas para plasmar sus ideas y decir que están creando su obra maestra, aunque en muchos casos deseen estar únicamente con sus demonios, porque les produce tormento y es la única forma para crear o encontrar la dicha o la inspiración.
Recuerdo a “Harry Haller”, personaje de “El Lobo Estepario”, de Herman Hesse, él era un hombre culto, pero tenía dificultad para integrarse al mundo, conoces tanto de la teoría y tan poco de la vida, que llega un momento en que si no tienes tus ideas en orden o te olvidas de sentir, esto puede ser una lápida, de ahí que se diga que muchos de los artistas e intelectuales son incomprendidos si se salen de su círculo.
La soledad es un mito que hemos creado para disimular el egoísmo que habita en nuestra alma al no querer expresar o ante la imposibilidad de querer y no poder manifestar lo que sentimos, tal vez por temor a ser dañados, quizás por temor a la vida.
Una parte de los seres que se alejan de la sociedad es por falta de amor, han sido ofendidos de tal manera que tienen miedo seguir adelante o no encuentran la forma para transformarse, su mayor condena quizás sea, sentirse vacíos y convivir con la sociedad, saber que pertenecen a un mundo aunque ellos no lo deseen, de ahí sus comportamientos reacios ante las personas.
A lo largo del texto he venido recalcando  que la soledad absoluta no existe, el ser humano aunque quiera vivir alejado del mundo, de lo etéreo, tendrá la compañía aunque sea de la naturaleza (aire, animales, insectos), en momentos podremos alejarnos de la sociedad, de lo que nos atañe, pero nunca estaremos del todo solos, el ir a la tienda y comprar la despensa, observar a una persona, respirar el aire, caminar,  implica contacto con la gente, con la naturaleza, con lo divino.

La soledad es una palabra que tiene tantas vertientes, psicológica, artística, social, espiritual, etc., pero al final mi postura es “No existe la soledad absoluta”, porque aunque digan algunos que el alma no existe, nuestros pensamientos nos acercan a la vida y eso implicará “no estar solos”.

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