viernes, 13 de junio de 2014

Monólogo onírico de Olga Orozco

Ana Isabel Rodríguez
  
-Ésa es tu pena.
Eso me lo dijo, aquí, en el mundo de los mundos que se despliegan en la imaginación dormida, la noche, la que se encuentra a la deriva, la que me acusa a través de mil manos que señalan el camino que he trazado en las oscuridades inciertas de los tiempos que aún no llegan, donde mi cuerpo no es sino un estorbo para entrar y salir del trance que me lleva al precipicio de la conciencia.


Todo aquel que ha mirado en el pozo del porvenir, con el índice en ristre, lamenta y acecha en mis visiones nocturnas, y me dicen que no, que el mundo no quiere lo que le obsequio, que está vedado y anatema es incluso este don, que me hace bruja, casi loca, tejedora de destinos que no deben ser trazados, al menos, no vistos antes de que ocurran.
A ras del suelo, yo, la vidente, me retuerzo y trato de regresar al mundo que se toca, pero es imposible: sólo veo fragmentos de lucidez, y la realidad no se atreve a penetrar en el espacio de las cosas ocultas que a mí me son tan claras.
Pero ya: la luz, el día, la cosa, ya, ya vienen. Mis ojos descubren las formas, y vuelvo a ser real. Allá dentro, me han advertido, me han juzgado por lo que había prometido en otras vidas, y no he podido terminar. Debo andar, entonces, por mis propios caminos, y dejar los otros, esos que solamente Dios conoce, para la poesía y para el tiempo.*
*Las palabras y frases en cursiva son propias de Olga Orozco, tomadas fuera de contexto a través de la obra encontrada en su antología, publicada por el Fondo de Cultura Económica: Relámpagos de lo invisible (2009).

Olga Orozco (1920-1999) escritora argentina autora de una veintena de libros de poesía. En 1998 ganó el «Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo». 

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