Edgar Chávez
París,
13 de octubre de 1960
Querida Cuba:
Es grande la dicha que siento al saludarte pero más aún la de ya no estar
en tus tierras. Soy uno menos, ya no cuentes conmigo, que haré lo necesario por
no regresar.
Desde que salí vengo huyendo del gris y la vida sufrida.
Estoy en el Viejo Mundo. Aunque la España de Franco no me haya recibido como
esperaba, ahora gozo de un ambiente agradable y de amistades enriquecedoras.
Aquí, en la ciudad erigida por Napoleón me he encontrado con Roland Barthes a
quien conocí por su editor Francois Wahl. La revolución aquí también está
presente pero la de acá me gusta más porque es intelectual. Entre otras
personalidades he conocido a Lacan, quien me introdujo al a revista Tel Quel, a
Sollers, pero especialmente con Barthes me une una camaradería intelectual por
nuestro rechazo hacia las enfermedades de la conciencia, por el desarrollo
formal de la pintura contemporánea, el teatro, y principalmente por esa forma
de la escritura como subversión de lo ya pensado y lo ya dicho, eso que siempre
obliga al autor a ir más allá de sí mismo al transgredir sus límites de lo que
fue, es o será, algo que puedo resumir en una metáfora: “Arqueología de la
piel”. Gracias a ello cuento con la posibilidad de reescribir mi propia
historia siguiendo un patrón que no es ni más ni menos arbitrario que un relato
tradicional, pues la frágil realidad de lo vivido a veces hace del pasado algo
tan maleable como el porvenir.
Sin embargo aunque esté lejos, y a pesar de su
fragilidad, me es imposible huir del pasado. Especialmente recuerdo a Lezama en
el Auditórium de La Habana, yo que estaba vinculado a Ciclón, un grupo
antilezamiano, tengo tan presente las palabras de su voz, y más que eso, el
fraseo de sus palabras; no el significado sino la música de cada sílaba. Se ha
sembrado tanto en mi memoria que temo se vuelva mi destino como escritor.
Por lo tanto seguiré con mi cincel para darle forma a mi
trabajo literario a la manera de las volutas barrocas, rodeado de mis nuevas
amistades de este lado del mundo, esperando nunca más regresar.
Me despido para siempre.
Severo
Sarduy
Severo
Sarduy (1937-1993). Narrador, poeta, periodista, crítico cubano. Su estilo está
emparentado con el de Lezama Lima y Cabrera Infante, tiene puntos de contacto
con el grupo Tel Quel de París
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