Milton
Iván Peralta
El
primero de mayo (1M) debería quedar marcado como una fecha de rompimiento, como un
día de agresión a la paz de la ciudadanía -una paz hecha de barro- tal vez el
día que muchos decidieron quitarse el velo de los ojos, o que sintieron que el
problema los alcanzó. Ahora que todo mundo se queja de los ataques del narco,
vale mucho la pena reflexionar lo poco que hacemos como sociedad para impedir
esto, no dijo que salgamos armados y les echemos bala, pero hay cosas que
muchos hacen y ahora se quejan. “Por llenar el tanque me ahorro unos 50 pesos
de gasolina”, “es que el gobierno abusa con el precio de la gasolina”, son dos
ideas muy comunes que dicen muchos cuando andan preguntando y buscando dónde se
compra la gasolina robada, y creo que ese ahorro de dos o tres pesos por litro
quedó manifestado que ha sido bien invertidos.
Enrique Peña Nieto hace unos meses, aquí en Jalisco, dijo
que éramos uno de los estados más violentos del país, nadie le creyó. Pero
todos en el fondo sabíamos que era cierto, y que el Presidente de la República
lo decía por algo. Todos hemos dejado ciertos espacios porque los narcos lo
controlan, en toda la región es un problema, por ejemplo en lugares como
Tecalitlán, Pihuamo o Tamazula escuchamos o hemos visto cosas, sabemos de las
víctimas de los “tablazos” o gente que ha tenido que huir de su lugar de
residencia por la violencia o porque los obligan, y negocios cerrados por
amenazas. Más de alguno ha sido extorsionado, y muchos jóvenes se han ido
engañados por el “espejo del diablo”; o por necesidad, cuántos campesinos dejan
de sembrar maíz o caña por sacar mariguana, “pagan mejor”, es lo que dicen, es
una justificación para alguien que tiene una familia de 5 u 10 gentes que
dependen de ese mísero salario, “nos arriesgamos”, es lo único que recitan.
Ya lo dice Roberto Saviano “escribir sobre cocaína es
como consumirla. Cada vez quieres más noticias, más información”, así están
muchos, deseando saber más anécdotas, chismes, y muchas veces lo celebran, la
cultura del narcotráfico nos ha invadido, desde la música, la televisión y la
literatura, es un bombardeo constante pero sin llegar nunca a la reflexión de
¿realmente vale la pena ese submundo? Vale la pena de vez en cuando leer –en mi
caso releer- obras como “Ayer médico, hoy narco”. La historia nos narra la vida
del doctor Oscar, egresado de la UAG, en el cual al parecer tenía su vida
acomodada, su trabajo, esposa e hijos, y un buen día se vio “seducido” por el
tema del narcotráfico, desde abajo y el deseo de querer más lo lleva a
enredarse entre el transporte de cocaína de Colombia a México, y después a
Europa. Los primeros años todo es lujo y felicidad, pero el vicio, el riesgo,
otras mujeres terminan por arruinar su vida familiar, lo abandona su esposa e
hijos, y sus amigos comienzan a ser asesinados o en la cárcel. ¿Qué pasó con
Oscar? No se sabe, la familia lo único que les quedó de él fue un diario, donde
cuenta todo y es lo que se publicó. En sus 413 páginas el libro nos cuenta el
caer de una persona, su camino al infierno, para que al final ni su familia ni
él disfrutara nada. Es el caso de un médico de Guadalajara, que llevaba una
vida normal. El ejemplo más tangible es la familia de Pablo Escobar, al final
se quedaron en la calle, todo el mundo odiándolos por lo que él hizo, y me
gusta la respuesta del hijo “yo no soy culpable de las acciones de mi padre”.
Son dos claros ejemplos de que el negocio del narco no es más que una ilusión,
el cual nos va arrebatando lo que somos. Como sociedad nos quita libertad y
seguridad, los espacios públicos se van perdiendo. Es el momento como sociedad
de reflexionar el qué podemos hacer para detener eso, porque no es una lucha
nada más del gobierno, así como no es toda su culpa el que esto haya crecido. Cada
quien que agarre su parte.
RECOMENDACIONES
Dejo
unos libros para quien quiera saber un poco más del tema y sus grandes
consecuencias:
-CeroCeroCero
Roberto Saviano
Anagrama, 2013.
-CeroCeroCero
Roberto Saviano
Anagrama, 2013.
-Ayer médico, hoy narco. El mexicano que quiso ser Pablo Escobar.
Editorial oveja negra y Quintero editores. 2007.
-El cartel de los sapos,
Andrés López López
Planeta, 2009.
De este nada más recomiendo el libro, la serie es muy diferente, aquí se deja ver toda esa pérdida de humanización del personaje y la podredumbre que es ese negocio.
Andrés López López
Planeta, 2009.
De este nada más recomiendo el libro, la serie es muy diferente, aquí se deja ver toda esa pérdida de humanización del personaje y la podredumbre que es ese negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario