Dos acontecimientos trascendentes para el 2011

Fernando G. Castolo

100 aniversario del temblor de 1911

7 de junio de 1911.- Un fuerte movimiento telúrico se registró en la región sur de Jalisco, afectando notablemente a Ciudad Guzmán, dejando un escenario de espanto y angustia entre la población.

 Se registró cerca de las 4:30 de la tarde, motivo que evitó que no perecieran demasiadas personas en el siniestro. Uno de los principales recintos religiosos, el templo de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, cae irremediablemente. Queda en ruinas el templo del Sagrado Corazón de Jesús (hoy, El Sagrario). La presencia de la Cruz Roja Mexicana (establecida por Porfirio Díaz en 1910) fue clave en el socorro inmediato y efectivo que brindaron a la población. El hospital civil San Vicente de Paul, acoge a la descalabrada comunidad que se vio severamente afectada en lo físico. Las ayudas no se hacen esperar y es de justicia reconocer la solidaria labor que se llevó a cabo, encabezada por las autoridades civiles y eclesiásticas, Federico Arias y Silviano Carrillo, respectivamente. Aunque las personas que perecieron no fueron muchas, la ciudad quedó en aspecto ruinoso. Fue el primer acontecimiento sísmico de gran magnitud que se registró en la ciudad en el pasado siglo XX.

110 aniversario del arribo del ferrocarril

10 de julio de 1901.- Después de varios años de gestiones y meses de intensos trabajos, finalmente arriba a nuestra ciudad el ferrocarril, siendo un acontecimiento de proporciones magnas por la cobertura que Ciudad Guzmán experimentó en el ámbito comercial; aunque este hecho se consolidaría hasta el año de 1908, en que finalmente queda en servicio el ramal ferroviario Guadalajara-Manzanillo, supervisado e inaugurado personalmente por el Presidente Díaz. Aquí es necesario reconocer la excelente labor que hiciera el Gobernador de Colima, Coronel Francisco Santa Cruz (oriundo de Jalisco), por su entusiasmo e impulso para que el ferrocarril, en su línea del pacífico, tocará la costa por el vecino estado, siendo este logro lo que finalmente benefició a nuestra ciudad, al reconocerse la riqueza natural de la zona y la fácil extracción de los productos para su distribución en la República Mexicana.