J Jesús
Juárez Martín
Hay dos
referencias que como coordenadas es necesario tomar en cuenta para nuestras
actividades: El tiempo y el espacio en que nos ubicamos. Tiempo social: Mes de
la Patria, 205 años del inicio de la Independencia, 30 años del sismo de 1985.
Lugar: Templo de Tercera Orden en Ciudad Guzmán. Propósito: La presentación de
una publicación periodística mensual: MENSAJERO DE SANTO TOMÁS, que publica la
FUNDACIÓN DE SANTO TOMÁS DE AQUINO, editado
y dirigido por el inquieto Héctor
Alfonso Rodríguez Aguilar.
Reconozco que
en el tiempo presente secularizado, hablar de información y formación católica,
suena a confusión, algo así como hablar de las Leyes de Reforma en 1860 en
México hace 155 años, cuando la religiosidad estaba presente en todos los
aspectos sociales, políticos, familiares, entretenimiento, el ambiente
estaba arropado por una práctica religiosa y de sus valores de
convivencia. Ahora se presume que la religión es asunto particular, que
la sociedad no tiene por qué tener una información religiosa y de formación.
Realidad vivida desde hace muchas décadas y la religión fue la que unificó a
los pueblos para que cobraran conciencia como país y se organizarán como
estado.
Con cierta
extrañeza recibí el ejemplar número 1 del MENSAJERO DE SANTO TOMÁS en los primeros
días de septiembre de manos de su director y editor: Héctor Alfonso.
Con alguna
premura inicie su lectura y encontré en su Editorial la orientación del
objetivo dinamizador de la publicación: a)
Llevar un mensaje de luz y de verdad en materia de fe.) No podría ser diferente Cristo es
luz, verdad y vida en nuestros intentos de construir y caminar hacia el Reino,
sus palabras tienen verdades y mensajes de vida eterna. La fe, como donación
infusa del Espíritu Santo en nuestro bautismo, necesita ser estudiada,
cultivada, proclamada, compartida y comprendida en lo elemental por nuestra
limitada inteligencia, de ahí el estudio de las Escrituras y la interpretación
en la actualidad que da permanentemente el Magisterio de la Iglesia. Eso es
reconfortante porque la primera en creer es la Iglesia de Cristo y como Madre y
Maestra, nos instruyen los Prelados, el Santo Padre FRANCISCO, además de la
iluminación directa del Espíritu a cada fiel creyente.
En el
contenido del primer periódico mencionado el Rev. Padre Manuel Ocampo
Ponce, al hacer la presentación del libro: Tomás de Aquino. El Santo, el
Maestro, de Abelardo Lobato y Santiago Ramírez, el 28 de septiembre de 2012 en
Ciudad Guzmán, afirma: “Entre tantas cosas, Santo Tomás cuidó mucho el
desarrollo de los dones en teología, como auxiliar de las virtudes e inició
predilección de la Teología dominicana por los tratados de los dones”. “Si el
destino del hombre es el de conformarse con Cristo, el Espíritu mueve al
hombre al encuentro y a la amistad con Cristo, tomando en cuenta que la que la
gracia no anula la naturaleza sino la perfecciona.”
Hay en ese
primer ejemplar del Mensajero de Santo Tomás Aquino dos artículos presentados,
haciendo una presentación de la personalidad, misión a favor de los pobres y
muerte del Monseñor Óscar Romero, Beato y Mártir, el primero, por el Pbro.
Alfredo Monreal Sotelo del 9 de julio de 2015.
De donde
documento lo siguiente: … “designado – Monseñor Romero- rector de la Catedral.
Director del Seminario de San Miguel y después interdiocesano, en el Salvador.
En 1967, Secretario General de la Conferencia Episcopal en el Salvador. El 21de
junio de 1970 fue consagrado Obispo Auxiliar de Mons. Luis Chávez y González, a
quien sustituyó posteriormente en la Sede Metropolitana el 22 de 1977, después
de haber sido, desde el 15 de octubre de 1974, Obispo en Santiago de María”.
Del segundo
autor que nos presenta a Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez es el Pbro.
Ismael Rosales Martínez nos menciona su Testamento profético: Cambió su
predicación y pasó a defender los derechos de los desprotegidos, denunció en
sus homilías los atropellos contra los derechos de los campesinos, de los
obreros, de sus sacerdotes de todos los que recurrían a él en el contexto
de violencia y represión militar. Durante los tres años siguientes sus homilías
, trasmitidas por la radio diocesana YSAX, denunciaba las tropelía, la
violencia del gobierno militar como de los grupos armados de izquierda.,
asesinatos cometidos por los escuadrones de la muerte y la desaparición forzada
de personas cometida por cuerpos de seguridad.
El domingo de
Ramos de 1980, un día antes de su muerte Romero hizo desde la Catedral un
enérgico llamamiento al ejército salvadoreño, en su homilía titulada” La
Iglesia un servicio de liberación personal, comunitaria, trascendente” que más
tarde se conoció como Homilía de fuego. “Yo quisiera hacer un llamamiento, de
manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la
Guardia Nacional, de la Policía de los Cuarteles… Hermanos son de nuestro
mismo pueblo. Matan a sus hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé
un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice “No matar”. Ningún soldado
está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie
tiene que cumplir. Ya es tiempo que recuperen su concienciar obedezca antes a
su conciencia que a la orden de pecado. La Iglesia defensora de los
Derechas de Dios, de la ley de Dios, de la dignidad humana de la persona,
no puede quedarse callada ante tanta abominación Queremos que el gobierno tome
en serio que de nada sirven las reformas si van manchadas de sangre.
Eso es cuanto
al contenido: Informativo, formativo, sus cuatro páginas de buen tamaño a tres
columnas por página, encabezado gráfico, adecuado, donde hay un señalamiento es
en las dos últimas páginas, el tamaño es muy reducido y eso le quita
legibilidad, los mayores tendremos problemas.
Por otro
aspecto es confortante que un seglar comprometido busque la evangelización a
través de este medio. En Ciudad Guzmán se publican El Puente editado y dirigido por el
Cura Antonio Villalvazo y La Semilla de la Palabra, más con fines prácticos de
ser un apoyo para las lecturas dominicales que de información y comentarios,
aunque si hay espacio reducido, cumple con la misión de llevar las lecturas del
día de la Misa dominical.
Damas y caballeros
lectores, amigos Milton Iván Peralta y Héctor Alfonso, muchas gracias por su
actitud respetuosa, ojalá haya trasmitido parte de la riqueza de la publicación
y despertado el entusiasmo por un trabajo ciertamente apostólico, seglar, en la
construcción del Reino. Lo sé, no es fácil, nuestro apoyo de diversas
formas, compra, colaboración, lectura, comentarios, pueden ser los engranes
para que mejor funcione y se supere, porque poco a poco se crea la perfección
de la obra, en especial de esta valiosa comunicación social.
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