Juan José Ríos Ríos/Notiecos/Zapotlán
Sayula sufre un olvido histórico y un rezago tremendo, “no hay reconocimiento a los hombres ilustres, se erigen estatuas, por mitos, como el Anima de Sayula, en lugar de quien fuera su primer alcalde mayor y quien traslado de Usmajac, e hizo el trazo, de lo que ahora es la ciudad, Andrés de Urdaneta.
Así lo dijo el cronista de esta ciudad, Federico Estrada Valera, quien por 20 años se ha dedicado a escribir y a difundir la historia de la antigua Provincia de Avalos, agregando que él propuso que el nombre del famoso navegante se impusiera cuando menos a una de sus calles, recibiendo como respuesta que primera se colocaría la estatua del Anima, porque de Urdaneta era un perfecto desconocido.
“El era el mejor cosmógrafo del mundo, méritos le sobraban para que su nombre se le pusiera a la ciudad como Sayula de Urdaneta. El Anima de Sayula es un monumento no sólo a la frivolidad, sino a la incultura y a la ignorancia, a mí me lo prometieron y me lo ofrecieron como amenaza, por la regidora de cultura y en sesión de ayuntamiento, que era más fácil levantar la estatua al anima que al perfecto desconocido de Urdaneta”, abundó.
Dijo que de cierto modo él era el responsable de que ese mamotreto estuviera ahí, aunque no eran los únicos, que ahí estaba el otro mamotreto en Colima de José Luis Cuevas, que la gente no lo quiere, lo aborrece; “porque se acatan más situaciones de conveniencia, que de cultura”, abundó.
Estrada Valera dijo también, que pese a que fue invitado a ser cronista de Sayula, de que fueron hasta su casa, por renuncia de quien tenía el cargo, Federico Mungía Cárdenas, no se le reconoce ni se le hace partícipe por parte del actual gobierno de esta localidad, lo que dijo le tenía sin cuidado.
Que lastima de los comentarios pues pese a que Urdaneta sea un importante cosmógrafo, militar, marino y demás no es originario de Sayula y la leyenda del Anima de Sayula es propia del folklore de la región, que lastima que se tilde de incultos cuando los mitos y leyendas forman parte del patrimonio de las culturas de las ciudades, leer y conocer del mundo no da el derecho de demeritar obras que pese a su picardía forman parte del folklore y cuentan para la historia, el monumento al anima de Sayula no demuestra olvido histórico ni rezago, demuestra que la historia es viva mientras haya quienes la recuerden
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