Juan José Ríos Ríos/Notiecos/Zapotlán
La antigua Garita de San Pedro, estará de fiesta. Esta, junto con la Garita del Mezquitillo, regulaban, entre otras cosas, el ingreso a la hoy Ciudad Guzmán de personas que vistieran calzón blanco, lo que estuvo en regla a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
“Entonces, los mercaderes que venían de otras tierras, al llegar ahí rentaban un pantalón para poderse meter a la ciudad, eran parte de los usos y costumbres, además de que también servían como mesones y lugares de descanso y cambios de recuas”, así lo informó el cronista de Zapotlán el Grande y encargado del archivo histórico, José Fernando González Castolo.
Y en esto versará una charla que ofrecerá el cronista con motivo de las fiestas patronales del Templo de San Pedro, mismo que se encuentra en la jurisdicción de lo que fue la Garita de San Pedro, por calle Primero de Mayo hasta la de Leona Vicario, por donde entraba y salían las personas y antiguo Camino Real de Colima, para continuar hacia el norte de la zona urbana por Federico del Toro, donde estaba la otra garita, la del Mezquitillo.
Agregó que fue el último sacerdote franciscano que hubo en Ciudad Guzmán, Fray Antonio Caro, quien trajo algunas esculturas que se mandaron hacer a la escuela de escultura de Guatemala, que era la más importante de la América Septentrional. “Entre otras mandó hacer la imagen que actualmente veneramos, como patrono de la ciudad, Señor San José, una imagen de Nuestra Señora de la Asunción, que actualmente se encuentra en la capilla del señor obispo, en su casa particular”.
Otras de las esculturas mandas hacer se venera en el Templo de San Antonio, que es justamente este santo, y finalmente una de San Pedro. “Esto lo hizo con el fin de estimular, primeramente un reglamento que nos llegó del viejo mundo, que todas las parroquias erigidas en el nuevo mundo debieran de tener como advocación a San José, segundo, porque la Virgen de la Asunción era titular del pueblo desde su fundación, y tercero porque quiso poner patrocinios en los dos barrios indígenas que ya se habían consolidado en esa época, estamos hablando del año de 1747, que era el Barrio de Los Abajeños, ubicando en San Antonio, y el Barrio de los Arribeños, en San Pedro”, abundó.
Dijo entrado el siglo XX, la antigua capilla, que fue erigida en la garita, desaparece definitivamente, y la escultura que se veneraba fue llevada por los custodios de esa capilla, que eran los García, que finalmente se traslada al Barrio de Bustamante en donde aún están sus descendientes y hasta la fecha tienen ahí la escultura. “Muy hermosa, que también la familia ha venido haciendo la festividad de manera anual. A falta de escultura y de un reconocimiento de un barrio dedicado a San Pedro Apostol, el entonces párroco, don José de Jesús Bañuelos, que se encargó de edificar, en gran medida, este templo, proyectado por Luis Ugalde, de estilo neoclásico, y que mandó también elaborar una nueva escultura, que es la que se venera hoy día”.
Este templo cumplirá 30 años de haberse erigido como parroquia, el primero como tal una vez que se erigió como Diócesis a Ciudad Guzmán. Este templo fue construido con el aporte, en trabajo, mano de obra y material, por los vecinos del barrio los fines de semana, cuando las amas de casa llevaban la comida y enseres para los señores que echaban la cuchar y la mezcla. La construcción se inicia en 1944, en predio y con ayuda importante de don Albino Mendoza, el que queda terminado entrando la década de los 80´s.
El cronista dijo que en este templo, aún sin terminar, su señora madre celebró sus quince años, en 1954, que la primera piedra fue bendecida por el entonces obispo de Colima Ignacio de Alba. Las fiestas, un novenario, son en honor de San Pedro y San Pablo, inician el 19 de junio próximo, y la charla sobre estos tópicos por el cronista será el 22, teniendo como sede el centro comunitario de Los Guayabos, desde las 18 horas. “Vamos a estar hablando de San Pedro, su historia y cómo es que tenemos una relevante devoción a este apóstol, en la parte sur de Ciudad Guzmán”, abundó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario