Ricardo Sigala
El concepto de Juegos Florales entendido como un concurso
de poesía se remonta a la Edad Media, a la región de Occitania en las actuales
Cataluña y Provenza, entre los siglos XII y XIV. En esta zona se realizaban
certámenes literarios con el lema «Patria, Fides, Amor», en alusión a tres
premios: la Englantina de oro a la mejor poesía patriótica, la Viola d'or i
argent al mejor poema religioso, y la Flor Natural o premio de honor, que se
otorgaba a la mejor poesía amorosa. Desde entonces los Juegos Florales se
convirtieron en una especie de institución y proliferaron en la península
ibérica, de donde pasaron a la América de influencia española. Hoy en día siguen
realizándose Juegos Florales en diversos países hispanohablantes, especialmente
España, Argentina y México. En nuestro país, prácticamente en todos los estados
se realizan este tipo de certámenes y varios de los principales premios de
poesía se designan como Juegos Florales.
Los Juegos Florales de Zapotlán el Grande constituyen una
tradición de más de setenta años y lo han ganado escritores de la talla de Juan
José Arreola, y entre sus jurados se han incluido personalidades como Carlos
Pellicer. A pesar de eso en algunos momentos de su historia este certamen ha
estado en riesgo si no de desaparecer por lo menos de ser suspendido
temporalmente. Los problemas a que se enfrenta son variados, pero baste
destacar lo referente al monto económico que se otorga al ganador, que varía
cada año y su tendencia es a la baja, creo recordar que en un tiempo se
otorgaba un premio de 20 mil pesos, en tanto que en nuestros días ha disminuido
dramáticamente (ofensivamente si consideramos las obscenas cantidades de dinero
que circulan durante este mes en nuestra ciudad, aplicadas a actividades por
demás triviales). Quizás sea tiempo de institucionalizar los Juegos Florales de
Zapotlán, que se sienten sus bases y su presupuesto (no sólo para el premio,
sino para el jurado y la logística relacionada con la difusión y la
premiación), que la sociedad cultural
lleve la iniciativa a las instancias de gobierno pertinentes para que los
Juegos Florales de Zapotlán el Grande sigan contribuyendo a la difusión de la
tradición literaria regional y a la motivación de los jóvenes poetas. Más allá
de los detalles expuestos, la tradición de los Juegos Florales en nuestra
ciudad se mantiene fuerte, las convocatorias han sido lanzadas, la comunidad de
escritores ha respondido de buena manera y los ganadores han resultado de muy
buen nivel literario.
Este año el ganador los Juegos Florales de Zapotlán el
Grande es Alejandro von Düben por su poema “Poética de la infancia”, con lo
cual se hace acreedor a un diploma, una flor natural bañada en oro y un premio
económico de cinco mil pesos. En esta ocasión el Jurado dictaminador,
conformado por Sarait Chávez Salcedo y Edgar Chávez, decidió entregar menciones
honoríficas a los escritores Ángel Aurelio del Toro Ortiz, por su poema “Letanía”,
Edgardo Aguilar Nuño, por “La Feria”, y a Pedro Mariscal por “El hombre de
pocas palabras”. El acta de jurado documenta a 38 participantes en esta edición
del concurso.
Alejandro
von Düben es un joven escritor de 26 años, nacido en Chapala, y avecindado en
Ciudad Guzmán, en donde recibe su formación literaria y ha ido construyendo su
obra. De 2010 a la fecha varias veces por año hemos recibido noticias de sus
reconocimientos tanto en el área de narrativa como en el de la poesía. Sus
permanentes menciones en todos los concursos de cuento y de poesía de la
región, como el de La Jirafa, el de San Gabriel y los del CUSur, sólo por
mencionar los más importantes, nos hablan de la disciplina y la calidad de este
joven autor.
Su obra está marcada por una sensibilidad particular y
una búsqueda constante de la expresión exacta. Alejandro von Düben se acoge a
la enseñanza de los grandes autores de nuestro tiempo, pues nos encontramos
ante lector selectivo, crítico y dotado de una percepción creativa que se
materializa en sus textos.
Von Düben ha asistido a talleres literarios con los
escritores Guillermo Samperio, Hugo Gutiérrez Vega y Juan Gelman; es parte de
los poetas denominados Novísimos de Zapotlán que fueron publicados por La
Jornada Semanal, además fue miembro del colectivo cultural Bajo el volcán.
Actualmente se le asocia al grupo literario Los náufragos de la palabra.
Alejandro
von Düben, ganador de los Juegos Florales de Zapotlán 2014, así como los otros
dos jóvenes poetas, Edgardo Aguilar y Ángel del Toro, que obtuvieron menciones
honoríficas son alumnos de la carrera de Letras Hispánicas del CUSur con lo
cual se evidencia una vez más la aportación constante que el área de letras de
la universidad hace a la ya de por sí importante cultura regional de Zapotlán.
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