J.
Jesús Juárez Martín
El
Santo Padre: Francisco, el 24 de mayo publicó la Encíclica “LAUDATO SI” que el
día 13 de agosto a las 20 horas fue presentada en el Templo de “Tercera Orden”,
edificio emblemático Colonial en el centro de Ciudad Guzmán. En los
días anteriores circularon por diversos medios las invitaciones de la
Fundación Santo Tomás de Aquino. A. C. a través de la Cátedra Mexicana de
Teología “Fray Antonio de Aguilar: Presentación de la Encíclica “LAUDATO
SI” del Papa Francisco por el Lic. Pbro. José Lorenzo Guzmán Jiménez, Rector
del Seminario Mayor Diocesano de Ciudad Guzmán, la Bióloga Luz Evelia Rocha
Vázquez y el comentarista y escritor Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar.
El
evento se realizó muy cercano a la celebración histórica de Zapotlán el
Grande 482 Aniversario de la Fundación novohispana del Pueblo de Santa María de
la Asunción de Tzapotlán. El inolvidable franciscano JUAN DE PADILLA, con pocos
hermanos de su orden y algunas familias españolas, ante el asombro de la
población indígena hicieron la traza de los principales edificios de la
naciente población, que llegaría a Grande, la fecha de la fundación fue el 15
de agosto de 1533, que crece y crece, cada vez más, somos aproximadamente 120
mil habitantes.
La
fluida disertación de los ponentes mantuvo expectantes a los asistentes que les
quedó claro que la Encíclica, documento formal de la Iglesia Católica,
comunicación especial del Sucesor de Pedro Obispo de Roma pretendiendo
hacer conciencia no sólo a los feligreses que suman mil doscientos millones de
católicos, sino a la humanidad responsable, consciente o inconsciente del mal
trato que ha llevado a las alteraciones de los ecosistemas, un análisis
científico de la situación deplorable de la Ecología y los destrozos que sufren
los elementos, aire, agua y suelo por la explotación irracional de los
recursos, impulsados por el consumismo y la desmedida ambición de
ganancias fáciles. Es una alerta a toda la humanidad, un llamado a corregir
nuestras formas de vivir en auxilio de los que menos tienen, dañar lo menos
posible a la tierra, que acciones gubernamentales e institucionales se
encaminen a la restauración de nuestra casa. Por vez primera se utilizan
conocimientos científicos y se den propuestas para no llegar a índices menores
de deterioro global.
El
asunto del calentamiento global, bien documentado, la
desforestación, la carencia der agua potable, destrucción de los
ecosistemas, extinción de especies animales y vegetales, con ya
consciencia de los daños, tal vez en pesquisas para encontrar los culpables
mayoritarios, sin corregir los propios actos de agresión a la tierra, un caso
groso para políticas mundiales contundentes correctivas, no sólo concientizar
la gravedad, sino que se tomen los recursos científicos, las herramientas
indispensables y los recursos requeridos para una lucha larga , tenaz de la
política internacional.
Es
asunto pastoral es tal su profundidad que se involucra al Iglesia como
defensora de nuestra aterida tierra por las implicaciones sociales. Los
variados temas, verdades religiosas, orientación evangélica, en las
implicaciones sociales, familiares en forma implícita del análisis, necesitan
de las acciones en nuestra vida relacional, cotidiana. Con esta Encíclica
el Vicario de Cristo fija su posición con sinceridad fraterna. A estos
problemas ecológicos sociales de repercusión mundial, sin que sea la primera
porque muchas otras ya lo han hecho, desde Rerum Novarum de León XIII en 1891,
Pacem in Terris del Papa Juan XXIII, Mater et Magistra, son encíclicas que han
marcado la historia del pensamiento social del tiempo y la postura de la
Iglesia.
Algunas
sugerencias de la Encíclica pudiéramos afirmar que son insuficientes, es mejor
hacer algo, por diminuto que parezca, en vez de una actitud silente de cero
acciones y dejar a otras instancias la solución, la concientización, incluidos
los gobiernos. Si se activa la conciencia de gobiernos, instituciones y se dan
acciones a favor de la Tierra, nuestra casa, estaríamos en camino a la solución.
Las acciones organizadas, los apoyos de la población, las inversiones para
revertir lo que daña, el mejor trato a las especies vivas, cuidados al reino
mineral.
Gracias
al Papa Francisco, nos pone en alerta de una posible catástrofe
irreversible. Gracias al Pbro. José Lorenzo por su magistral presentación, a la
Bióloga por su ejemplificación práctica a las inquietudes de la población y
nuestro reconocimiento a Alfonso Rodríguez Aguilar por su inquietud y promoción
de la presentación.
Vale
más un grito a tiempo que millares de lamentaciones.
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