lunes, 28 de septiembre de 2015

Los selfies de Arreola

Milton Iván Peralta

Foto: Paco Rodríguez. 

El lunes 21 de septiembre la cultura se puso de moda.  Los políticos sacaron sus trajes y subieron a su Facebook la frase más trillada de Arreola, la retuitearon miles de veces, me queda claro, era la única que sabían. En sus discursos confundieron la identidad con la cultura. Tomaron todo lo que olía a Arreola como fondo para sus selfies.



Nada abona las selfies de la presidenta interina y sus regidores, sobre todo cuando se nota que nunca lo han leído -nada más tres de ellos me consta que lo han hecho. Llevar los restos de Juan José Arreola a la rotonda es un acto innegable de justicia. El protocolo, pero sobre todo "La Feria" creada alrededor es lo que se critica. Los discursos de los políticos demuestran la falta de conocimiento, el acarreo de estudiantes por parte del rector parece más del quedar bien con sus jefes que promover una figura importante para las letras mexicanas. Una actividad de admiración y respeto, fue más bien una foto para el Face y otra para la portada del diario del día siguiente. La distinción para Arreola me deja con una sonrisa a medio construir. Dónde queda lo que encumbró al maestro a este gran honor: su obra.

El mayor homenaje para cualquier escritor es muy simple, pero difícil de entender para los de traje: leerlo, jugar y recrear su obra, investigar y explicarlo. Hoy el coloquio Arreolino quedó a un lado, la inauguración sirve para la foto y decir que son administraciones sensibles, "letras es la niña de nuestros ojos", poses y las demás actividades se quedan a un lado, salas semi vacías, pocos son los que gustan de la obra del maestro. Si quieren las altas cúpulas homenajear al autor de Varia Invención  y que no sea una actividad que quedará olvidada la próxima semana y, para que su nombre sea desempolvado cada año, se necesitan proyectos. Me quedo más con las publicaciones hechas en honor al maestro, “La gaceta literaria” de Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar, o el especial de Arreola de “La Jirafa”, el montaje de “Arreola. Bestias y prodigios”, las charlas del coloquio, esas que nadie cubre, a las que ellos no van. Este es un buen momento para apoyar los proyectos para difundir la obra del autor de Confabulario, conozco una tesis sobre Arreola y el teatro, una obra de teatro a medio montar, guiones para cortometrajes, ¿dónde quedaron todas esas ideas? Donde va a parar todo lo que entra al aparato burocrático: en el fondo de un escritorio.

El mayor homenaje para Juan José Arreola es leerlo, jugar con su obra, recrearla y no en su foto vendido como suvenir de temporada.



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