Lorena Guadalupe Sosa Larios*
Once minutos es quizá una de las mejores obras literarias realizada por el escritor Paulo Coelho, ya que en ella se desencadenan distintas situaciones que la protagonista sabe resolver de una manera inimaginable El enfrentar retos, situaciones cotidianas de manera inteligente, enfrentar sus miedos y descubrir nuevas cosas además de descubrirse como persona es algo que María aprendió mientras vivía una vida que no le correspondía vivir.
Desde pequeña María siempre fue una persona soñadora y romántica, que se enamoraba fácilmente, pero a la vez era muy insegura de sí misma ya que por temor a perder, prefería callar, es así como perdió al primer amor, el que es importante en la vida de cualquier persona, ya que es la primera visión del amor de una manera pura e inocente, es el recuerdo que se queda guardado eternamente.
Un error la volvió, ambiciosa, sin corazón, frívola a tal grado de dejar a un lado todos aquellos valores que sus padres desde pequeña le habían inculcado, ya que a causa de tantos fracasos amorosos que tuvo, decidió cambiar esos valores por el dinero.
Ya que era una persona muy humilde por sus raíces y por el lugar donde vivía, viajo en busca de nuevas oportunidades sin saber lo que le deparaba el destino, todo comenzó con una noche en la cual un empresario le ofreció dinero a cambio de sexo y ella accedió, sin siquiera pensarlo, María se convirtió en una prostituta.
No le importaba el hecho de que la gente supiera que vendía su cuerpo a cambio de dinero ya que lo único que tenía en mente era comprar su felicidad con cosas materiales, con cosas que con el tiempo pierden valor e importancia.
Para ella el verdadero amor no existía, ya que una persona que ama, jamás hará sufrir, pero es imposible no sufrir de amor, porque eso es el amor, un sentimiento que desencadena pasiones que te hacen sentir viva, una persona que no sufre por amor no ama verdaderamente, pero este sentimiento es el que ella detestaba porque nuca se sentía plenamente ni contenta consigo misma
Todos están destinados a encontrar el amor en un determinado tiempo y ese tiempo había llegado para ella, ya que jamás se imagino que un encuentro casual con un desconocido en un café la aria sentir de una manera especial y única, como si el tiempo se detuviera y no existiera mas persona en el mundo que la que está a su lado, sentimiento que le causaba frustración
Las personas dejan de ser desconocidas después de un determinado momento, por consiguiente, Ralf Hart famoso pintor que tenía una buena posición económica se enamoro de María aún sabiendo que era una prostituta, ya que encontró en ella una luz que jamás había visto en nadie, ya que a pesar de que ella se sentía impura, no reflejaba eso sino todo lo contrario.
Insegura y temerosa a sufrir reprime sus sentimientos para que el pintor no se de cuenta de lo que estaba empezando a surgir, no comprendía por que sentía que debía estar todo el tiempo con el, ni tampoco por que siempre que él se marchaba sentía un enorme hueco en su interior
Poco a poco Ralf y María se fueron enamorando pero sin involucrar el acto sexual como parte de ese amor ya que para ellos, ese sentimiento que existía era tan puro que el sexo lo empañaba, ya que el sexo es una acción que involucra sentimientos y pasiones y que al momento en que se realiza implica la satisfacción plena por ambos, además de que para ellos era más apasionante amarse y desearse con la mirada ya que los hacía sentir vivos por dentro.
Esta relación de deseo, pasión y amor asusta por que implica demasiados sentimientos a la vez es por eso que María abandona sus sueños de realizar una vida al lado del hombre que ama, de tal manera que decide regresar a su realidad, su pueblo en el cual era feliz sin el amor. Lo que ella nunca espera es que el no está dispuesto a renunciar al único sentimiento puro que ha tenido en años.
*Estudiante del primer semestre de la licenciatura de Educación Primaria del CREN.
Bibliografía
Coehlo, P. (2005). Once minutos . Qro. Mexico: Grijalbo.
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