Noé García Álvarez
El pasado Domingo me sorprendió recibir un mensaje en mi celular con la siguiente noticia: “hallan impactos de bala dentro de estadio corona”, había tenido un fin de semana muy aislado de las noticias, pero esa nota movió mi curiosidad e inicié a investigar de que se trataba esa advertencia. Como primer paso, inicié revisando algunos diarios de manera electrónica, hasta que llegué a imágenes que me llevaron a youtube, las escenas fueron como de película, al ver correr a los jugadores sobre la cancha pero no detrás de la pelota como es habitual, sino corriendo a los vestidores por el pánico que se desató en el minuto 40’ del primer tiempo, es mas, la pelota quedo enfrente de la portería y el arbitro encabezo la huida.
Ver esas imágenes sin sonido pudiera resultar gracioso, pero estar escuchando la narración del partido para que con la misma ilación hayan dicho: “¿Por qué están saliendo los jugadores? esperen, esperen, algo pasó en la tribuna, la gente esta saltando a la cancha, se genero pánico a causa de algo….. son disparos, estamos escuchando disparos en ráfagas, al parecer es afuera del estadio, pero eso a generado pavor entre los aficionados y sus familias que los acompañan”, eso no fue gracioso y menos el imaginar vivir una escena de ese tamaño.
Recibir buenas noticias en México y el mundo en este momento, ya no es cosa de todos los días, se tienen que buscar como en una sopa de letras en los periódicos. Y sino echémosle un vistazo a Europa con Inglaterra, España y Noruega, en el mediterráneo Egipto, Túnez, Libia y Siria y en América con Chile y México. Como lo decía en mi columna pasada, nos estamos acostumbrando a ver noticias violentas, represiones salvajes, balaceras urbanas, narcomantas en avenidas y no podemos encontrarle una solución a esta “Narcoviolencia”. Tuvo que suceder en un estadio de futbol, para que volviéramos a tomar el tema de la indignación Nacional, pero ¿cuanto nos va a durar esa indignación?, de aquí a que inicie “la Voz… México” o solo hasta el inicio de “los Panamericanos”.
Hoy por la mañana escuchaba en la radio la siguiente noticia: “Los delitos de homicidio, extorción y secuestro aumentaron en los últimos 5 años mas de 90% según los datos de la organización Civil México Evalúa, el análisis demuestra que de 2007 a 2010 el número de homicidios creció 96% al pasar de 10 mil casos a 20,000 muertos, mientras el secuestro se incrementó 188% y la extorción repuntó 101%”, creo que todos al leer estas cifras nos horrorizamos y no podemos ser inmunes a estos datos.
El Diario de Coahuila publicó en una nota de este lunes 22 que, el alcalde de Torreón Eduardo Olmos Castro sostuvo que la Policía de ese municipio lagunero, sigue siendo blanco de ataques de la delincuencia organizada, para citar luego que en lo que va del año se han registrado 55 agresiones directas, con saldo de 17 agentes fallecidos y 41 lesionados. También dijo que es gracias a la presión mediática, es como la Federación ha intervenido en la investigación de algunos hechos como los referidos al ataque de tres centros nocturnos donde hubo asesinatos masivos de jóvenes.
Ósea, que gracias a que se han dado estos escándalos mediáticos en Torreón, es que la federación va a hacer algo por esta zona norteña de nuestro país. Como diría el ilustre filosofo Héctor Suarez en su personaje “el pachecón” “que nos pasa….”, ¿Quién va a detener esta calamidad? Pasamos del estado de Derecho al Estado de “sitio”. ¿Verdaderamente esta funcionando la guerra contra el narco? Me preocupa ver los números anteriores, me desconcierta ver a gobernantes impactados por la realidad, sin saber como van a reaccionar ante hechos violentos en sus Municipios, no van a ver balas que ajusten para saldar las cuentas pendientes, estos hechos nos hacen retroceder en nuestra Civilización.
En este ciclo escolar los más de 27 millones de alumnos de escuelas primarias recibirán por parte de la SEP una “Cartilla para la protección personal” con el fin de que eviten riesgos, se cuiden, conozcan los sitios a los que acuden y la violencia que se genera en torno a sus planteles. ¿Cuál es el mensaje? Sálvese quien pueda… la seguridad pública ya no alcanza para todos. Y ahora quién podrá defendernos…
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